El Movimiento de la Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina lamenta la partida del histórico y excepcional líder, Hassan Nasrallah.
Nuestros pueblos, junto a todos los pueblos libres del mundo, seguirán avanzando por el sendero hacia Jerusalén, hasta alcanzar el retorno y la liberación de Palestina, desde el río hasta el mar.
El Movimiento y todas sus organizaciones extienden sus más profundas y sinceras condolencias al pueblo libanés, así como a los hermanos y hermanas de la dirección de Hezbolá, por el martirio del líder árabe, islámico e internacional, el maestro y resistente eterno, hijo de Palestina y del Líbano, Su Eminencia, el Secretario General Sayyed Hassan Nasrallah. Él ascendió como mártir hacia la eternidad tras una traicionera incursión sionista, que lo atacó con armas estadounidenses en los suburbios del sur de Beirut.
El Movimiento también reafirma, ante los miembros del partido, los revolucionarios que empuñan el armas, y la familia del líder mártir, el compromiso inquebrantable de continuar la lucha y la revolución hasta la liberación total de Palestina, desde el río hasta el mar.
La vida, las acciones y el martirio de Su Eminencia fueron testimonio de su lealtad inquebrantable a Palestina y su pueblo. Como mártir, líder y maestro, su legado perdurará en la memoria de nuestros pueblos y las generaciones futuras, que no olvidarán su valiente trayectoria ni su heroísmo en defensa de Palestina y de todos los oprimidos de nuestra región y del mundo. Hasta su último aliento, Sayyed Nasrallah reafirmó su convicción en la inevitable victoria de los pueblos sobre las fuerzas de la injusticia y la opresión, encabezadas por el imperialismo estadounidense, la entidad sionista y sus títeres en la región.
El Movimiento de la Ruta Revolucionaria tiene plena confianza en que Hezbolá, organización forjada y fortalecida por Sayyed Hassan Nasrallah, sus camaradas mártires, sus heridos y su amplio respaldo popular revolucionario, continuará su camino insurgente y seguirá fielmente la senda trazada por el Sayyed. Este momento histórico y la batalla del Diluvio de Al-Aqsa marcan un hito decisivo en la marcha de la resistencia islámica en el Líbano, que avanza con firmeza hacia la liberación de Jerusalén y la victoria final.
Permaneceremos leales a la visión del líder mártir, Sayyed Hassan Nasrallah.
¡Gloria e inmortalidad a su alma impoluta!
¡Muerte a los enemigos y a su entidad sionista racista!
¡Victoria para la Resistencia!