El pasado 12 de octubre el pueblo palestino inició una huelga general en varias localidades del territorio palestino colonizado. En la última semana la violencia por parte del régimen colonial israelí se ha agudizado. Aumentaron los casos de ataques armados por parte de los colonos sionistas venidos de todas partes del mundo, la ocupación de nuevas tierras palestinas, los secuestros por parte del ejercito ocupante israelí en los pueblos y campos de refugiados palestinos, así como los asesinatos hacia jóvenes resistentes y niños menores de edad. Sin embargo, la lucha organizada popularmente desde los campos de refugiados y localidades palestinas también se incrementa. El recrudecimiento de la violencia israelí encuentra una resistencia cada vez mayor en cantidad y calidad, pues las fuerzas populares palestinas tanto dentro como fuera rechazan por todos los medios la consumación del proyecto sionista de despojo.

Los proyectos coloniales tienen algo en común, ya sea en América Latina, Palestina, el Magreb, India, etc. Esto es, que son proyectos en los que una potencia político-económica despliega fuera de sus fronteras un sistema que encuentra en el despojo territorial; en la eliminación de las instituciones políticas del territorio; en la neutralización de su sistema económico y cultural el modo de beneficiarse política y económicamente. Un proyecto político colonial requiere, necesariamente, de un proyecto paralelo de expulsión, asesinato y pauperización del grupo o los grupos étnicos que habitaban originariamente el territorio. Este es el proyecto de la potencia colonial israelí en el territorio de Palestina. En América Latina conocemos perfectamente esta realidad y somos capaces de entender que la lucha de liberación nacional, en todas sus formas, es la única alternativa que los pueblos colonizados tienen de liberarse de un sistema de opresión y exterminio tan violento. De modo que apoyamos, respetamos y ayudaremos en todos los requerimientos que el pueblo palestino necesite para llevarla a cabo.

Es el momento de poner todo nuestro esfuerzo ello y, por eso, desde Masar Badil América Latina nos solidarizamos y nos involucramos activamente en la lucha de liberación nacional palestina, la hacemos nuestra y llamamos a la diáspora palestina latinoamericana y a la que habita todos los países del globo a unirse activamente a la lucha.  Por supuesto, hacemos un llamamiento a todos los pueblos de América Latina a interpretar la lucha perseverante de Palestina como una lucha propia, pues la batalla contra las fuerzas imperialistas nos incumbe como parte del mismo Sur Global que aun permanecemos sufriendo el despojo de nuestros recursos y la intromisión ultra derechista internacional en nuestra política nacional.

¡Viva Palestina Libre!

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