Con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, el Centro de Estudios Palestina y el Mundo organizó en Beirut una conferencia política y mesa redonda titulada “Los movimientos de solidaridad y el papel de la diáspora después del Diluvio de Al-Aqsa”, celebrada en la sede del periódico As-Safir, con la participación de un nutrido grupo de pensadores, escritores, periodistas e investigadores interesados en la causa palestina.
El periodista palestino Ahmad Subahi estuvo a cargo de la moderación y coordinación del acto, que reunió a cuatro ponentes principales:
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Charlotte Kates, coordinadora internacional de la Red Samidoun de Solidaridad con los Presos Palestinos,
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Saif al-Din Maw’ed, director general del canal Palestine Today,
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Kala Walsh, activista estadounidense,
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y Khaled Barakat, miembro del Comité Ejecutivo del Masar Badil – Movimiento Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina.
Los participantes analizaron el papel de los movimientos internacionales de solidaridad y las crecientes responsabilidades de las comunidades palestinas y árabes en el exterior tras el Diluvio de Al-Aqsa, subrayando la necesidad de fortalecer la acción popular, política y mediática en defensa de la resistencia y de los derechos nacionales del pueblo palestino.
Charlotte Kates destacó la urgencia de consolidar una red mundial de apoyo a Gaza y a la lucha del pueblo palestino, mientras que la activista estadounidense Kala Walsh señaló que la solidaridad con Palestina es “una obligación moral ante una tragedia que interpela a toda la humanidad”.
Por su parte, Saif al-Din Maw’ed recordó que, pese a las heridas causadas por los Acuerdos de Oslo, la acción colectiva y el compromiso de los palestinos siguen siendo el eje central de la batalla por la conciencia y la defensa de los derechos nacionales.
Los intervinientes coincidieron en que las comunidades palestinas, árabes y musulmanas en Occidente constituyen un puente vital entre la lucha interior y las movilizaciones internacionales. Estas comunidades poseen una larga historia de resistencia en los campos y una memoria colectiva marcada por la experiencia del exilio y la reivindicación.
Asimismo, se subrayó que las nuevas generaciones de inmigrantes árabes y musulmanes, aunque herederas de esa experiencia, enfrentan hoy un entorno político occidental hostil, marcado por la islamofobia, el racismo y la hegemonía del discurso sionista, lo que las obliga muchas veces a la autocensura o al silencio.
Khaled Barakat, ha denunciado que el liderazgo político palestino se encuentra hoy secuestrado por una élite reducida y desconectada de su pueblo, mientras que la auténtica fuerza de la causa palestina reside en las masas, en su resistencia y en su capacidad de articular una nueva alternativa revolucionaria y unitaria.
