– ¿Qué es Al-Yudur y cuáles son los objetivos de vuestra organización?

Al-Yudur es un colectivo de la juventud palestina organizada en esta parte de la diáspora. Juventud exiliada de palestina directamente, o nacida ya en el exilio. El objetivo del colectivo es contribuir a la liberación de Palestina a través de su lucha de liberación nacional; organizando y politizando a las masas palestinas en la diáspora, manteniendo el nexo imprescindible con nuestro pueblo que resiste en nuestro país. Organizar y politizar a nuestra gente se traduce en crear tejido, en estudiar, en debatir. Es vital formarnos, formar, y no perder de vista la praxis. La revolución palestina ha hecho importantísimas aportaciones teóricas y prácticas que son desgraciadamente poco conocidas y estudiadas: Ghassan Kanafani, George Hasbach, Leila Khaled, Waddie Haddad…

Por otro lado, como internacionalistas, pero también como trabajadores y trabajadoras que sufren explotación en el estado español también nos implicamos y militamos en organizaciones que luchan por la emancipación social y de clase en la medida de nuestras posibilidades. Militamos o colaboramos con organizaciones de izquierda, con sindicatos de trabajadores y de vivienda, colectivos antifascistas, antirracistas, feministas, todo ello bajo una necesaria óptica de anular y superar el estado actual de las cosas. En todos estos ámbitos tratamos de tener una relación de reciprocidad en la que la liberación de Palestina es un eje cada vez más definido y coherente. Damos formaciones a los colectivos que nos invitan, invitamos a cuadros de diversa índole a formarnos en diferentes temas, participamos en campañas de liberación de presos políticos…

Nuestro eje fundamental es defender la liberación y descolonización de toda Palestina: desde el río Jordán al mar Mediterráneo, el derecho al retorno de todos los refugiados a sus lugares de origen, y la defensa de la lucha de liberación palestina por todos los medios necesarios incluida la lucha armada.

– ¿Lleváis a cabo acciones prácticas, eventos, charlas… para apoyar la causa Palestina en España?

Efectivamente, como indicábamos arriba la teoría es inseparable de la praxis en una estrategia real de liberación. Os invitamos, camaradas, a seguirnos en redes sociales; Twitter https://twitter.com/alyudur?t=ilPUfs1lOBPQYOB4Ii527g&s=09e Instagram https://instagram.com/alyudur_pal?igshid=MzRlODBiNWFlZA== , para conocer las manifestaciones, acciones, charlas, campañas, etc, que vamos realizando.

Aparte de la liberación general de todos los presos políticos, y la situación actual de Palestina, una parte importante de nuestra actividad en los últimos tiempos está siendo la campaña por la liberación del compañero George Ibrahim Abdallah. Este libanés de origen cristiano es el preso político que más tiempo lleva preso en toda Europa. Secuestrado en las cárceles del régimen francés, ha superado al viejo Blanqui ‘el Encarcelado’ en tiempo privado de libertad. Condenado por un delito menor en un juicio-farsa, desde 1999 se le mantiene en prisión por arbitrariedad administrativa y mediante reformas legales ad hoc. Usando como conductor el documental Fedayin, sobre su vida y su lucha, creado por el colectivo Palestine Vaincra, que ha tenido el dudoso honor de ser ilegalizado por decisión del infame Macron, aunque la lucha legal lo ha revertido de momento.  También estamos llevando y debatiendo el libro ‘’Geroge Ibrahim Abdallah. Manual de resistencia dentro y fuera de la cárcel’’ de Said Bouamama editada en castellano por la editorial vasca Boltxe. A parte de hacer un repaso por su vida, el libro condensa sus aportes teóricos y sus ejemplos prácticos, tanto en cuanto a la lucha armada y política en la que participó como el modo de enfrentarse a los tribunales de la burguesía imperial y colonial. El revolucionario es el que debe juzgar al sistema opresor y sus verdugos. Se recoge en la obra parte de sus aportes como teóricos antiimperialistas que no para de producir herramientas de emancipación, y comunista implacable que no está dispuesto a rendirse.

También colaboramos activamente con sindicatos de vivienda, por ejemplo, en campañas contra socimi Vbare. Es un ejemplo muy evidente del capitalismo imperialista el que una mercantil que se nutre del trabajo muerto en palestina, y de su expolio y acumulación, también ataque directamente al proletariado madrileño expulsándole de sus hogares. (www.boicotvbare.org)

– ¿Tenéis relación con alguna otra organización propalestina en España? ¿Y en otros países?

Tenemos una relación estrecha de camaradería con colectivos como la red de presos políticos de Samidoun, el colectivo de mujeres palestinas Alkarama, o el colectivo de brigadas internacionales Unadikum. Junto a ellos somos miembros y fundadores del movimiento Masar Badil, la Ruta Alternativa Revolucionaria para Palestina. https://masarbadil.org/es/inicio/También tenemos relación con el Comité Interpueblos, Palestina Libre Región de Murcia, y otros muchos. Formamos parte de la Rescop y colaboramos en movilizaciones con diversos grupos que se encuadran de manera oficial o extraoficial en el marco del BDS.

A nivel internacional, a parte de los que ya responden a esa realidad de entre los ya mencionados, tenemos relación por ejemplo con Palestine Youth Movement en América del norte, Movimiento Venezolano Palestino Al Awda, Palestina Vaincra, o SUMUD palestina.


-Vamos ahora con un poco de historia. ¿Cuál es la raíz histórica de la opresión nacional de Palestina?

Por tratar de ser breves y concisos, el hilo conductor de la principal opresión histórica de nuestro pueblo es la colonización, principalmente europea, por personas que se autodefinen como judíos, siendo variable históricamente la fe más judía o más laica de estos colonos.

Esta colonización comienza a finales del siglo XIX con el auge de los nacionalismos europeos y el nacimiento en su seno del sionismo. Este nacionalismo-racial, hijo principalmente de los contextos de la Europa oriental considera que las personas de cualquier país o nación del mundo son ajenos a su realidad material y pertenecen a una única nación judía. Una coincidencia nada casual con las teorías judeófobas que terminarían por explotar de manera decisiva en el primer tercio del siglo pasado.

La colonización de europeos autodefinidos como judíos comenzó durante el último periodo Otomano y se fue incrementando paulatinamente, hasta dar saltos de gigante bajo el nuevo dominio del Imperio Británico.

Theodor Hertlz, uno de los principales teóricos del sionismo, fue meridianamente claro cuando vendió su propuesta a los imperialistas aliados: La colonia judía en Palestina iba a ser una muralla de defensa de Europa en Oriente. Los imperialistas británicos, en orden a sus intereses ayudaron desde el primer momento a los sionistas en su proyecto colonial. También hicieron proclamas dirigidas a contentar a las élites árabes, aunque como se sabe gracias a la victoria de la revolución bolchevique, que reveló a la humanidad las bajezas diplomáticas de las grandes potencias, el sometimiento colonial de nuestra tierra en su beneficio ya estaba perfectamente planeado y definido.

– ¿Por qué se creó el Estado de Israel? ¿Cuál es el argumento “histórico” del que se valen los sionistas para justificar el Estado de Israel?

No fue Palestina el único lugar donde proyectaron los sionistas esta nación-racial. De hecho, en términos religiosos la migración a Palestina es blasfema para los estándares religiosos mayoritarios tradicionales por motivos doctrinales. Esta mentalidad mayoritaria de los religiosos judíos empieza a cambiar a partir del fin de la segunda guerra mundial, pero sobre todo, como nos explica el profesor norteamericano judío Norman Finkelstein en su obra ‘’La Industria del Holocausto’’, es sobre todo a partir de las victorias militares de los colonos ‘isralíes’ en 1967 cuando se generaliza el apoyo a la entidad colonial. Es en este momento en el que el apoyo al sionismo se hace mayoritario dentro de la burguesía judía estadounidense y, por extensión y tras su influencia en EEUU, al resto de los países satélites de Europa occidental. Al contrario de lo que se cree, en los años posteriores a la toma del Reichstag por el Ejército Rojo, el discurso con respecto a la masacre industrial de judíos (entre muchos otros colectivos humanos), era muy diferente. De hecho, denunciar específicamente lo que hoy la historiografía define como Holocausto con mayúscula era caer en la sospecha de ser comunista, puesto que los honrados nazis, tras arrepentirse quizá de algún exceso, tenían que ser reincorporados a las filas mundiales de la burguesía para frenar la marea roja.

La dominación británica fue el paraguas bajo el que se produjo la colonización de Palestina con dos hitos importantes, no solo por lo simbólico sino por lo sintomático. Y aquí queremos destacar: 

Los acuerdos de Haavara (o de traslado) entre los sionistas alemanes  y el régimen nazi, que se crearon en 1933 y se mantuvieron hasta 1939. A través de estos acuerdos, los sionistas rompieron el boicot judío al III Reich. En estos acuerdos los poderes sionistas y los nacionalsocialistas colaboraron para colonizar Palestina con judíos europeos. Ambos coincidieron ideológicamente en que los alemanes judíos no eran ni podían ser alemanes, así que dotaron de medios a estos colonos a la vez que el Reich se libraba de los ciudadanos indeseables y sacaba réditos económicos. Muchos alemanes judíos acudieron a colonizar Palestina en barcos en los que ondeaba la esvástica e incluso las SA organizaron campamentos para entrenar militarmente a las juventudes sionistas para prepararles en su empresa. La colaboración sionista en la violencia contra las comunidades judías en sus países de origen seguirá produciéndose en el futuro, provocando mediante el terrorismo que abandonaran su tierra y colaboraran en la colonización de Palestina. También se revelaba como mejor aliado la Sudáfrica supremacista blanca. Como anécdota histórica, aprovechamos para comentar que cuando se relata el procesamiento del criminal nazi Eichmann por parte del Estado colonial ‘Israel’ se omite que era la segunda vez que acudía a Palestina. La primera vez que viajó fue producto de la supervisión del acuerdo con los sionistas, y si no pudo moverse del avión fue por la oposición de los británicos.

Otro hito a destacar fue el corto período de tiempo durante la Segunda Guerra Mundial en que Londres no apoyó totalmente a los colonos, tratando de no galvanizar un movimiento de liberación nacional árabe que había eclosionado en la Gran Revuelta 1936-1939 por miedo a que fuera aprovechado por las potencias del Eje. Estas acciones encaminadas a limitar la colonización desencadenaron que los grupos terroristas colonos se volvieran contra sus protectores en violentos atentados y acciones armadas. Durante este período, la banda terrorista sionista Grupo Stern (o Leji) intentó volver a las alianzas con los nazis. Sin embargo, durante el curso de la guerra las contradicciones se habían agudizado y no obtuvieron apoyo efectivo de Hitler. Este breve período de tiempo sirvió a los colonos para autoproclamarse como Movimiento de Liberación Nacional y, por motivo de su breve enfrentamiento con las autoridades británicas, ganarse simpatías en partidos y organizaciones revolucionarias en Europa. Aún hoy hay gente formada que identifica el sionismo como algo positivo o incluso emancipador que con el tiempo se pervirtió. Este apoyo también se ha fundamentado en una obtusa interpretación de los métodos de expolio de tierras en forma de comunas, los Kibutz, donde después de robar la tierra palestina y sus recursos, los conquistadores decidían compartir entre ellos la propiedad. Este enfrentamiento fratricida entre colonialistas británicos y colonialistas sionistas fue breve y, posteriormente, los imperialistas británicos siguieron apoyando la colonización. Con motivo de que las potencias europeas eran mayormente judeófobas y cerraron las fronteras a los refugiados de la guerra, muchos europeos judíos e incluso no judíos fueron conducidos más por las circunstancias que por la convicción a colonizar también nuestra tierra. Prácticamente sólo la URSS abrió sus puertas a estos refugiados, aunque paradójicamente apoyaría en un principio el proyecto colonial en el plan de partición de Palestina de 1947 (el plan de una ONU compuesta principalmente por imperialistas y sus satélites) y con el reconocimiento en 1948 del Estado sionista y, con ello, aprobando de facto las consecuencias de la Nakba. Poco tiempo después, el desarrollo de las contradicciones no dio lugar a dudas de que la naturaleza colonial de una empresa siempre acabará posicionándose del lado del imperialismo y no del socialismo, independientemente de los lectores de literaturas marxistas o pseudomarxistas que se encuentren entre los que están saqueando y violando tierras nativas. En consecuencia, la URSS cambió de tercio y apoyó de forma significativa al pueblo palestino y a sus grupos de liberación.

Otra anécdota que puede ejemplificar la importancia de la URSS -además del apoyo directo a los grupos palestinos- fue que mientras Israel olía la derrota y Golda Meir ordenó usar la bomba atómica contra las capitales árabes en los primeros compases de la guerra del Yom Kipur en 1973, la URSS frenó sus criminales intenciones al sobrevolar Tel Aviv 6 veces con un MIg 25. De esta forma demostró que respondería a la agresión y que podía sobrevolar el espacio aéreo de la entidad sionista cuando quisiera de forma impune. El Mig 25 era inalcanzable para la capacidad bélica de la época de los países imperialistas.

La Nakba es el desastre, la gran limpieza étnica y robo de tierras de 1948 por parte de los conquistadores que crearían el Estado de ‘Israel’. Como se ha dicho, se destruyó el sistema nervioso de la sociedad palestina convirtiendo a la mayor parte de nuestra gente en refugiados. Sin embargo, la Nakba es un proceso inconcluso que sigue hasta nuestros días y no sólo porque no se haya restituido al pueblo palestino, sino porque continúa la acumulación por desposesión nativa, las masacres, los tribunales militares, las torturas, la represión… 

Los motivos en los que los sionistas fundamentan la colonización de Palestina a nivel ideológico son muy variables y contradictorios. La supuesta autodeterminación ‘nacional’ se fundamenta tradicionalmente en la mítica diáspora que se produce tras la destrucción del II Templo por parte de la dinastía Flavia del Imperio Romano. Según este mito los judíos se dispersaron por el mundo manteniéndose racialmente puros y anhelando volver a la tierra que Dios les prometiera en la Torá, o en el libro del Éxodo para los cristianos. Aunque sigue siendo una versión más o menos popular, está descartado entre los sionistas cultos porque se ha demostrado históricamente falso. Así como tampoco se ha sostenido el mito de que gran parte de los judíos parten de un tronco biológico común al haber existido en muchos momentos históricos conversiones masivas.

Teorías que además ya se sostenían poco, ya que los cambios religiosos en la historia suelen tener más que ver con cambios en lo hegemónico que con sustitución étnica. Así pensaron también jóvenes promesas del sionismo, como el colono polaco David Green. Este señor Green o Grün sería un famoso líder sionista y una de las figuras más relevantes del proyecto colonial israelí. Junto con otros pensadores sionistas había deducido que los descendientes directos de los hebreos palestinos debían ser mayoritariamente los mismos palestinos que hoy cultivaban sus tierras, pastoreaban el ganado y, en fin, trabajaban en Palestina. Estos fellahin, campesinos, estaban llamados en el mapa mental de esta joven generación a abdicar de su fe islámica y ser reeducados como hebreos de bien, dejando la auténtica arabidad reservada a las clases superiores, principalmente feudales. Tras el contacto con estas masas árabes y comprobar que difícilmente iban a ser permeables a los delirios ideológicos de sus colonizadores, fingen no haber hech publicaciones en este sentido y mantienen la fábula de la sustitución étnica para mantener que los palestinos son foráneos en su propia tierra, producto de conquistas árabes de su Tierra Prometida. El señor Green, como tantos otros europeos, semitizaron su nombre para sentirse nativos mientras masacraban y usurpaban a los verdaderos. La Historia le conoce como David Ben Gurion.

A un nivel más liberal podemos encontrar toda serie de justificaciones derivadas de los ilustrados europeos y sus antecesores que ya se habían venido usando para justificar la colonización y la acumulación originaria. Aún en estadios más superficiales y hegemónicos se justifica su existencia en que es la única democracia de oriente medio, defendida tan solo por el ejército más ético y vegano del mundo.

-Desgraciadamente los palestinos llevan décadas luchando por la liberación nacional, pero ¿qué acciones o hechos históricos de la lucha palestina destacaríais?

Ya a finales del siglo XIX comienzan los primeros enfrentamientos contra la colonización y se irán incrementando conforme va aumentando al paso de los años. En la primera década del siglo XX con la relajación de la opresión otomana se fundan los primeros periódicos como ‘Falastin’ y empieza a generalizarse una oposición a la colonización sionista y la dominación británica. Incluso antes de este momento se puede rastrear en la prensa y en la vida artística, más allá de los conflictos particulares con colonias concretas, la oposición a esta opresión.

En 1929, en el muro al Buraq de Jerusalén, conocido por la colonización como ‘muro de las lamentaciones’, los sionistas amparados por la ocupación británica ocupan la zona y la llenan de banderas sionistas reclamando el muro como propio. Esta agresión desencadenó la revuelta que se conoce homónimamente como la Revolución de Al Buraq. Tres de los líderes de la insurrección popular serían ahorcados por los imperialistas británicos: Fouad Hijazi tenía 26 años y era de Safad; Mohammed Jamjoum tenía 28 años y era de al-Khalil, al igual que Atta al-Zeer, de 35 años. En total hubo 26 condenas a muerte, pero la presión popular consiguió que las de los demás prisioneros se conmutaran por cadenas perpetuas.

El siguiente salto cualitativo se da durante el trienio 1936-39 conocida como la Gran Revuelta en la que las fuerzas palestinas pusieron en jaque a la colonización desencadenando una huelga general nacional de 6 meses de duración. Desde entonces la huelga general ha sido uno de los elementos clave en la respuesta popular a la ocupación. En lo que llevamos de año, no ha transcurrido un solo mes en los que no se hayan producido huelgas generales a diversos niveles dentro de toda Palestina.

Ya hemos comentado que en 1947 se produce la propuesta del Plan de Partición y en 1948 las fuerzas sionistas, manu militari, expulsan con el apoyo británico a 750.000 palestinos de sus hogares usando el terror por el exterminio de aldeas enteras, violaciones y destrucción de edificios y medios de vida.

En 1967, en la llamada Guerra de los Seis Días, se reforzará la ocupación sionista obteniendo la legitimidad que le pudiera faltar a ojos de los imperialistas. La derrota militar de los ejércitos de algunos jóvenes países árabes consuma el abandono del pueblo palestino a su suerte, pero también refuerza la conciencia de que la libertad no se otorga, sino que se toma por asalto. En estos años 60 y 70 se da paso a las fuerzas revolucionarias de Palestina, impulsada por las triunfantes luchas de los pueblos frente a sus burguesías y frente al imperialismo. Surgirá el nacionalista movimiento Fatah y el Movimiento Nacionalista Árabe, cuyos destacados dirigentes acabarán por formar el Marxista-Leninista Frente Popular para la Liberación de Palestina. La dirección y legitimidad de la lucha de Liberación Nacional Palestina la ostentará una OLP (Organización para la Liberación de Palestina) refundada.

1970 será un año trágico para la OLP liderada por Fatah, por su expulsión de Jordania por parte de la monarquía proimperialista. Sin embargo, paralelamente las operaciones exteriores del FPLP y sus relaciones internacionalistas marcarán un antes y un después.

Organizaciones armadas revolucionarias de todos los países se formarán con los fedayin comunistas palestinos en un intercambio recíproco que llevará a colaborar con la preparación de la militancia de la Fracción del Ejército Rojo alemán, el combate y heroico martirio de militantes del Ejército Rojo Japonés en tierras palestinas, la estrecha colaboración y formación con el saharaui Frente Polisario, la camaradería con el Yemen socialista, Cuba, Vietnam, etc. Colaborando con la estrategia de llevar el conflicto al centro imperialista, se reavivará la lucha armada en Europa tras el aplastamiento de las milicias rojas por los ejércitos aliados y el establecimiento de las socialdemocracias para frenar el socialismo y se dará cobertura a grandes movimientos de masas contra el imperialismo y el sionismo.

En 1982 se producirá la guerra del Líbano. Este país hermano había sido constituido de manera sectaria con cuotas religiosas en la representación por decisión del Imperio Francés. Habiendo recibido una parte importante de los refugiados, y bajo la excusa de que eran mayoritariamente musulmanes sunitas y podían desestabilizar el equilibrio religioso, hasta la fecha los palestinos siguen viviendo bajo un régimen de Apartheid en el Líbano. Tras la expulsión de la OLP de Jordania, las fuerzas de la revolución palestina se asentarán en el país de los cedros, situación que los sionistas usan para justificar la invasión del país. Sacudido fuertemente por las desigualdades sociales y la explotación, la excusa de criminalizar a los refugiados palestinos será la coartada para generar una guerra civil en lo que es un contexto de lucha de clases en el que las fuerzas burguesas proimperialistas y proisraelíes como la Falange Libanesa de inspiración fascista declararán la guerra a las fuerzas populares y de izquierda vinculadas estrechamente con los fedayin palestinos. Se cometerán masacres como las de Sabra y Chatila y, finalmente, la OLP será nuevamente expulsada a Túnez, ya en claro declive, y derrota física y moral de una gran parte de su dirección nacionalista pequeñoburguesa.

Aquí comienza la debacle que culminará en los llamados Acuerdos de Oslo con la rendición incondicional de la OLP al imperialismo y el sionismo, con la notable oposición roja en minoría liderada por el FPLP. 

En 1993 se firmará esta traición al pueblo palestino, una nueva Nakba, por sus consecuencias adicionales y acumuladas, siendo que la primera aun no ha finalizado en nuestros días. A cambio de un acomodamiento de los sectores burgueses que pasarán al colaboracionismo descarnado, se creará la Autoridad Nacional Palestina, un departamento indígena al servicio de la ocupación. La ANP supone una externalización de la represión y de las responsabilidades que el derecho internacional impone a las potencias ocupantes.

Paralelamente a estos acontecimientos el pueblo en el interior de Palestina iba adquiriendo conciencia de que la llave de la liberación estaría principalmente en sus manos. En la franja de Gaza, en Jerusalén, en Cisjordania y en los territorios del 48 (‘Israel’) no paró de haber movimientos de resistencia que se fueron incrementando paulatinamente, sobre todo a partir de los años 70 y 80, con las sucesivas derrotas militares de la OLP en Jordania y Líbano, tras heroicos enfrentamientos y una riquísima conciencia y experiencia adquiridas como ya hemos expuesto. Mientras la OLP ya moralmente destruida se encontraba en Túnez negociando con el imperialismo y los sionistas, mientras iban siendo asesinados muchos de sus cuadros y mejores líderes uno a uno, estallaba la Intifada.

Esta primera intifada conocida como la de las piedras surgió de las masas populares autoorganizadas sobre el terreno en 1987 y persistió hasta 1991 mientras la dirección burguesa rendía las armas. Y así llegamos a los Acuerdos de Oslo que más adelante desarrollaremos.

La contestación a los Acuerdos de Oslo llegará también de las masas populares en forma de la segunda intifada, esta vez además de con piedras también será armada humildemente, en comparación con el potencial militar de la colonia sionista pero como decía una coplilla que se cantaba en la ribera del Ebro, «nada pueden bombas cuando sobra corazón». Así se prolongarán los enfrentamientos contra la ocupación entre el año 2000 y el 2005. Ante el empuje de la resistencia, la Entidad Sionista se vio obligada a dar por perdida la Franja de Gaza, sacando sus colonias, y cambiando la conquista de territorios en esa parte de Palestina por el sitio militar por cielo, tierra y mar. Asimismo, periódicamente lanzará prolongadas campañas de exterminio y destrucción, incluyendo armas químicas y toda suerte de crímenes de guerra: blancos civiles, infraestructuras, escuelas, hospitales, residencias de discapacitados, potabilizadoras, edificios de la ONU, sistemas de energía… etc.  A pesar de todas sus capacidades, la Resistencia en el interior de la Franja seguirá desarrollando sus capacidades ofensivas y defensivas, haciendo que cada vez las fuerzas coloniales tengan que detener la masacre antes, y llegando incluso a paralizar la vida en la Entidad, llegando a tener que cerrar su espacio aéreo. En los últimos años no se ha atrevido a un conflicto directo contra Hamás, realizándose las últimas ofensivas principalmente contra la Yihad Islámica de Palestina y otras organizaciones de la Resistencia. Aunque Hamás no participa directamente en estos enfrentamientos, si ha dado cobertura militar y existe plena cooperación militar en materia de defensa contra la ocupación. Exceptuando por supuesto a la Autoridad Nacional Palestina de Ramallah, que como hemos indicado sirve a ‘Israel’ y lucha en la medida de sus posibilidades contra el conjunto del pueblo Palestino oprimiéndolo directamente.

-Como bien sabréis a lo largo de la historia de la lucha palestina han existido distintas organizaciones que han combatido al Estado de Israel ¿qué organizaciones han sido las más importantes?

Hasta los años 80 y a pesar de existir muchos grupos de la Resistencia, también en el seno de la OLP, las organizaciones más relevantes han sido el movimiento al-FATAH y el Frente Popular para la Liberación de Palestina.

El primero, liderado por Yaser Arafat, surgió como movimiento nacionalista al calor de los movimientos de liberación nacional, de corte progresista pequeño burguesa y burguesa pero que fue creando una gran base popular, siendo indiscutiblemente la primera fuerza palestina durante décadas.

El FPLP (PFLP en inglés), formado inicialmente por cuadros provenientes del panarabista Movimiento Nacionalista Árabe adoptaron claramente las posiciones marxistas-leninistas. Liderado por el revolucionario George Habasch, ‘el Hakim’, esto es el Doctor o. el Sabio [de la revolución], y por otras personalidades como el intelectual, artista y escritor Ghassan Kanafani, o el genio militar Waddie Haddad, que con los pocos medios que contaba el brazo armado del partido supo poner en jaque a las inteligencias imperialistas llegando a realizar varias operaciones internacionales simultáneamente.

Al final del siglo XX y primera década del siglo XXI irrumpirán por su relevancia dos fuerzas islámicas. El Movimiento de Resistencia Islámico HAMAS, y la Yihad Islámica de Palestina YIP, o en inglés PIJ.

Hamas originariamente fue un grupo vinculado a los hermanos musulmanes «Se dice incluso fue apoyado económicamente por Israel» con el objeto de dividir a la Resistencia. Sin embargo, el desarrollo de las propias contradicciones convirtió el pequeño partido minoritario y oscurantista en una potente organización con un programa nacional, y social, y amplísimo apoyo popular, compuesto por facciones internas de diversas tendencias, pero con un claro signo islámico. Hoy en día es probablemente la fuerza más popular y numerosa, y su brazo armado el más poderoso de la Resistencia. A pesar de que gobierna en el campo de concentración de Gaza desde que fue democráticamente elegido, hoy en día y desde entonces es lo opuesto a la colaboracionista Autoridad Nacional Palestina de Cisjordania. Somos muy contrarios a la traslación mecanicista de los contextos europeos a nuestro pueblo que generalmente llevan a error por inercia del eurocentrismo, sin embargo, y sin que sirva de precedente para ilustrar la lectura occidental, podríamos decir a modo de simplificación, que en el contexto francés de la segunda guerra mundial, Hamas representa al general antinazi de Gaulle dentro de la constelación de las fuerzas resistentes, mientras que la la Autoridad Nacional Palestina es la Francia de Vichy, con el colaboracionista Pétain.

La Yihad Islámica de Palestina, es un importante brazo de la Resistencia, con mucho prestigio popular. Prestigio ganado por una actitud muy coherente y consecuente, y por el gran valor de su militancia en el combate y en las cárceles. El nombre puede hacer cortocircuitar a un lector acostumbrado a las visiones burguesas de los mass media, y a los que pretenden contemplar el estado real de las cosas desde una perspectiva eurocéntrica. Pero es un fiel componente de la Revolución palestina, y lucha y sangra mano a mano, por ejemplo, con la palestina comunista.


– ¿Qué opinión tenéis de Yasir Arafat?

Estaremos de acuerdo en que los fenómenos históricos responden a procesos, no a ‘grandes hombres’. Hubo quien lo mitificó hasta querer convertirle en la encarnación de Palestina, y así vincular el destino de nuestra tierra a sus decisiones. Con luces y sombras, teniendo aún un gran prestigio dentro de Palestina y creyendo que una persona al final no es para la historia más que lo que hace en cada momento de su vida, fue primero el principal líder de la revolución, después un líder derrotado y, cada vez más aislado, un traidor ciego de arrogancia, un arrepentido de su arrogancia, y por último un mártir. Pues con todo, ‘Israel’ lo consideró lo suficientemente peligroso como para asesinarlo. Tal y como preveían Mahmoud Abbas les funciona mucho mejor, por eso a él nunca intentaron asesinarle cuando tuvieron la oportunidad.

– ¿Qué opinión tenéis de los Acuerdos de Oslo de 1993?

Los acuerdos de Oslo son una catástrofe equivalente a la Nakba, siendo esta patrocinada por la fracción dirigente de la burguesía palestina en el marco de la OLP. Estos derrotistas, derrotados y/o traidores reconocieron el estado de ‘Israel’, abandonaron a la diáspora palestina que hoy constituye más de la mitad de la población, hicieron negocios con la burguesía colonial para buscarse una mamandurria o algo mejor, y con el pomposo nombre de Autoridad Nacional Palestina se convirtieron en un departamento de asuntos indígenas al servicio de la Entidad Sionista.

Desde entonces las condiciones materiales de subsistencia del pueblo palestino ha ido empeorando constantemente sin previsión de mejora, gran parte de la resistencia tiene carceleros de nombre palestino, y la colonización se expande sin más freno que la resiliente resistencia popular

Es necesario disolver la ANP que por otro lado tiene sus días contados, reduciendo cada día más su ya escasa legitimidad. Hay que señalar que hay vía para la esperanza puesto que dentro de las autoridades policiales y de represión hay muchos palestinos con conciencia que cuando pueden aprovechan su acceso a medios materiales para acciones de resistencia.


– ¿Qué apoyo ha brindado EE. UU y la UE a Israel? Y concretamente ¿cuál es la postura del gobierno español respecto a la causa palestina?

‘Israel’ es una colonia de poder burgués europeo-occidental en medio del levante árabe. Si se mantiene en pie, cada vez con más dificultad, es porque su metrópoli es colectivamente todo el occidente que lidera con mano firme EEUU. El apoyo es total y descarado en todo tipo de medios materiales y económicos, solo suavizado puntualmente con retórica cuando sus crímenes periódicamente trascienden a la llamada Opinión Pública y tienen que jugar la carta hipócrita de los valores de la democracia y los derechos.

España ha venido prometiendo en períodos electorales que iba a reconocer al Estado Palestino, y no lo ha hecho ni posiblemente lo haga en el contexto actual, y las ayudas económicas a la subsistencia cada vez son menores. Por el contrario, las relaciones con la Entidad Sionista son extraordinarias, y sus servicios secretos pueden interrogar libremente en cuarteles de la Guardia Civil, o encañonar con armas de fuego a estudiantes en la Universidad Complutense de Madrid sin que ocurra nada.

Con todo, el Estado Palestino ni existe ni puede existir en las condiciones actuales. Rechazamos un Estado Palestino que no asegure el derecho al retorno de todos los refugiados a sus lugares de origen, y esto es incompatible con el proyecto colonial sionista en toda medida. Por tanto, consideramos que el reconocimiento de Palestina si no es en todo su territorio, en realidad no deja de ser mantener el compromiso con el colonialismo sionista con alguna petición. Petición y no condición, porque el proyecto sionista por su propia naturaleza no se puede encapsular y necesariamente se seguirá pretendiendo extender. Recordemos que además de haber ocupado territorio egipcio, hoy en día también ocupan territorio sirio y libanés además de palestino.

-Me imagino que sabréis que en las últimas décadas desde occidente se ha utilizado el argumento de que las organizaciones de combate de Palestina son organizaciones islamistas radicales para desacreditar la lucha palestina y que la gente vea con malos ojos la independencia de Palestina ¿qué respuesta dais a esta acusación?

Como voz de los colonizados en el centro imperialista, que además es la metrópoli colectiva de ‘Israel’, tenemos que luchar en dos ejes.

El principal es de la liberación por nuestros propios medios, el secundario, pero igualmente imprescindible, como la fecundación del huevo y su incubación, es el trabajo con las fuerzas izquierdistas y progresistas del centro imperialista, que con frecuencia son incapaces de romper del todo con la visión burguesa-colonial. Y por aquí van los tiros: La interpretación de la religión desde occidente en nuestro contexto, sea desde posiciones abiertamente liberales o embutidas en parafernalia postsoviética es doctrinaria. Una imagen fija, un fósil que se nutre de la Ilustración burguesa, y no una cosa sometida a la dialéctica constante producto de las relaciones sociales que le dan forma en el análisis concreto de la situación concreta.

No podemos esperar a que las fuerzas progresistas, de izquierda, los partidos marxistas de Europa rompan con la herencia colonial completamente antes de tejer alianzas. La lucha revolucionaria del pueblo palestino no es un plan para mañana, se está librando ahora mismo. Al igual que apelaran a los hermanos vietnamitas a las fuerzas progresistas en Francia en los años 50, el pueblo palestino apela a la izquierda del centro imperialista en este momento. Necesitamos seguir avanzando en este frente para debilitar al enemigo contra el que nuestro pueblo lucha con las armas en estos momentos.

Los más apegados a la ideología pequeñoburguesa de los derechos humanos y demás pueden ayudarnos mucho con el boicot a la entidad sionista. Denunciando sus atropellos más sangrantes, promoviendo que las instituciones de las democracias burguesas europeas corten lazos económicos, culturales, deportivos, se puede hacer mucho daño a la causa colonialista. No hay que olvidar que los conflictos que hoy en día vive la Colonia ‘Israel’ tiene mucho que ver con que parte importante de los colonos y aún una parte más importante de sus élites saben que la viabilidad de la colonización depende de su autopercepción y aceptación como democracia burguesa asimilable, aceptada e integrada con los estados burgueses occidentales.

Dicho esto, ha sido un gran error de los movimientos solidarios con palestina en los últimos años haber reducido la lucha en el exterior a esto. Una parte vital de esta estrategia en el centro imperialista tiene que ser buscar y aliarse con las vanguardias dispuestas a superar la visión colonial y llevar el análisis materialista de nuestra lucha a estos espacios, y por desgracia para nuestro tiempo y paciencia, con frecuencia hay que darlo muy mascadito.

El catolicismo en el primer tercio del siglo XX en el estado español era un fósil atendido principalmente dentro del rol de las mujeres, motivo por el que hubo reticencias al voto femenino en sectores de izquierda en la experiencia republicana. Con la victoria franquista, el rol del catolicismo cambiará por muchas décadas, con implicaciones a todos los niveles producto de la simbiosis entre el clero y el régimen. Si seguimos el hilo de las sotanas, pero algo más al norte, en nuestra querida Irlanda, la lectura será completamente diferente. Es la misma Trinidad, el mismo rito con vino, pero las relaciones sociales son diferentes. El cristianismo no se construye aquí contra la Otredad de musulmanes, judíos y siglos después, comunistas. Puede tener hasta forma subversiva contra el colonizador, justo lo contrario de la corona española que lo emplea para colonizar. En la América colonizada hubo hombres con sotanas, mujeres cristianas, que tomaron las armas por el socialismo sin esconder el Evangelio. Ha habido muchas Iglesias y predicadores protestantes atados al poder burgués que han tratado de convertir al liberalismo e incluso al sionismo a millones de fieles cristianos, pero también hay iglesias protestantes que han dado siempre cobijo a los Panteras Negras y los movimientos populares.  Es el mismo crucifijo, pero diferentes relaciones sociales en diferentes momentos históricos. Hemos puesto el ejemplo del cristianismo, pero sería interesante hablar de laicismo y ateísmo: ¿Son realmente comparables las experiencias socialistas de la URSS, China, Corea, Vietnam, Cuba, Yemen, ¿a la de la laicísima República Francesa?

¿Qué es un islamista radical? ¿Qué es un islamista no radical? ¿Qué es un islamista? No tenemos respuesta y solo un burgués podría tenerla. Si pretendemos trascender de lo superfluo son palabras huecas. Y no tan huecas puesto que el espacio está relleno de todo el abanico de prejuicios coloniales y racistas. Nada tiene que ver un salafista egipcio en el 2023 que por convicción religiosa se ocupa de los espirituales y desdeña implicarse activamente en las relaciones materiales de los poderes que rigen el mundo, pensando que Dios es grande y hará, con un jeque wahabita jugando a la guerra y geopolítica con millones de dólares, financiando grupos armados en tal o cual país. Está tan impregnado el racismo en occidente, que si un grupo de mercenarios saca un estandarte musulmán no tardan dos segundos en razonar que las matanzas son la consecución directa de su religión. A más asesino, más musulmán. Islamista radical: terrorista. Islamista moderado: sospechoso, útil para occidente, o una aleación variable de ambas.

Por contar un chascarrillo a modo de ejemplo, si un fiel musulmán quiere tomar una decisión en su vida y no tiene claro si es una acción permitida o no según la doctrina islámica, puede consultar a un órgano colegiado de estudiosos de las doctrinas islámicas. Es frecuente que estos iurisprudens islámicos no coincidan, aunque sean sunitas y vivan en la misma sociedad. Por no hablar de la enorme cantidad de fes diferentes que se engloban dentro del término occidental ‘’islamismo’’.  No tiene mucho en común el chiísmo en levante o en la península arábiga, que en Irán, siendo que ha sido la religión de estado solo en el último. Sin embargo, el occidentalocéntrico, heredero del colonialismo y sus ideologías cree que lo mulmán es algo estanco, imperturbable, ininterpretable, invariable.

Tanto la clase más beneficiada por el colonialismo como el enemigo sionista en concreto son perfectamente conscientes de esto y lo explotan con muchos beneficios, y con fuerte arraigo incluso en las izquierdas radicales de occidente.

Las fuerzas palestinas se dividen tradicionalmente en fuerzas islámicas y fuerzas nacionales, siendo las principales islámicas Hamas, la Yihad Islámica de Palestina, y de las nacionales Fatah, Frente Popular para la Liberación de Palestina y Frente Democrático. Pero la mayoría de los y las militantes de las fuerzas nacionales profesan la fe islámica. Y de la minoría que no lo son, son en su mayoría cristianos en diferentes ramas, siendo la más numerosa en Palestina la Iglesia Ortodoxa. No tenemos que defendernos de que la mayoría de nuestra gente combatiente, presa, herida y martirizada en nuestro contexto actual sea musulmana. Es el autoproclamado comunista, izquierdista, o demócrata radical occidental el que tiene que reflexionar por qué se cree con derecho a juzgar al desposeído que lucha contra el que expolia y acumula la tierra y la vida de todo un pueblo. Contra el que se enfrenta al capitalismo, al imperialismo y al colonialismo. Que explique por qué no se vuelca apoyar una revolución que pretende el retorno de millones de desposeídos a sus lugares de origen, asestando una herida mortal a la propiedad privada. Un pueblo que sobrevive gracias al resiliencia comunitaria, que cree en lo común, que delibera, que se organiza, y que no sucumbe pese a todas las trabas, pese al individualismo capitalista. Un sentimiento que hace trascender la identidad individual, y que hace al sujeto consciente de que representa a la causa de todo un pueblo cuando se enfrenta con un arma de fabricación casera a uno de los ejércitos más potentes del mundo. O cuando emplea el Sumud -fortaleza, pero es una fortaleza expresión de un sentimiento comunitarista, de compartir destino, de ser solo un brote en la rama del árbol de nuestro pueblo y su causa-, para saber que no está sólo mientras es torturado maniatado en un sótano oscuro.
La intelectualidad burguesa palestina partidaria del reconocimiento de ‘Israel’, pero también contraria a Oslo por su nocividad extrema, sigue opinando que lo más importante para la Causa es la percepción que las sociedades capitalistas occidentales tengan de ella. Con la esperanza de que ganándonos simpatías el imperialismo nos asegure un cachito de terruño y nos proteja. Sin dejar de lado que la propaganda es una parte importante de toda lucha, es una estrategia completamente absurda, y aún cumpliendo los objetivos constituiría una derrota y la necesaria continuación de la lucha.

Los acusadores y los que ven nuestra lucha con malos ojos deberían llamar a estos señores para que les regalaran los oídos y tranquilizaran en sus conciencias mientras opinan desde un cómodo sofá.

-Por último, ¿creéis que la ciudadanía española es consciente de lo que sufre Palestina? ¿Veis que los españoles se solidarizan lo suficiente con Palestina

Sin tener a mano estadísticas sí parece que la sociedad de este país muestra algún grado de sensibilidad hacia el sufrimiento del pueblo palestino. La casi intuitiva solidaridad es bastante generalizada. Eso sí, casi siempre con muchos matices producto del desconocimiento, o de la visión eurocéntrica. Como venimos diciendo, nuestra lucha se libra en muchos frentes a la vez, y para conseguir victorias nos podemos apoyar en personas que no nos apoyen completamente pero sí en algunas cuestiones.

Así, estar en contra de que maten a cientos de niños palestinos en una semana no es ser un propalestino necesariamente. Aunque participar de una movilización que lo condene si ayuda. De igual manera si una empresa retira inversiones de una colonia de las llamadas ilegales también estamos contribuyendo a la resistencia palestina. Sin embargo, hay que hacer llegar a las vanguardias que esto no son más que parcialidades y que hay que ir a la raíz de los problemas. Si basamos nuestra lucha en estos ambiguos objetivos no liberaremos Palestina nunca, ni haremos que la revolución sea auténtica, esto es; de las masas desposeídas.

Publicad originalmente en:  Planeta Rojo.

https://www.redplanetablog.com/copia-de-junio-2023

 

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