Masar Badil, el movimiento de la Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina, condena enérgicamente la decisión del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, por su decisión de solicitar órdenes de arresto contra los líderes de la resistencia palestina Yahya Sinwar, Mohammed Deif e Ismail Haniyeh. Apoyamos a todas las personas que buscan justicia en el mundo y valoramos los esfuerzos por perseguir a los criminales de guerra sionistas, incluidos Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant, en tribunales internacionales. Sin embargo, rechazamos la equivalencia entre colonizadores y colonizados, y consideramos que este intento del fiscal de la CPI socava el derecho internacional y los principios fundamentales de justicia.
Somos conscientes de las amenazas de Estados Unidos contra el equipo de fiscales para evitar persecuciones «unilaterales» o respetuosas con la ley. El cumplimiento de estas amenazas corrompe el ordenamiento jurídico internacional. Durante mucho tiempo, la CPI no ha actuado como un mediador neutral de justicia, sino como una herramienta de las potencias imperialistas que se colocan por encima de la ley. La CPI ha fracasado al no obtener órdenes de arresto contra funcionarios estadounidenses y británicos por crímenes de guerra en Irak y Afganistán, contrastando con su diligencia en perseguir a líderes africanos y en acusar rápidamente a funcionarios rusos.
En el caso de Palestina, la CPI limitó su mandato a crímenes ocurridos desde 2014, aún así, fracasé en presentar cargos por los crímenes de guerra israelíes anteriores al 7 de octubre de 2023. Además, no acusó a Netanyahu y Gallant de genocidio bajo el Estatuto de Roma, mientras que buscó acusaciones contra líderes de la resistencia palestina y presentó más cargos contra ellos que contra los criminales de guerra sionistas.
Estamos convencidos de que un tribunal justo absolvería a los líderes de la resistencia de las acusaciones y condenaría a los funcionarios sionistas por sus crímenes. Sin embargo, esto no exime a Khan de su responsabilidad de perseguir la justicia, acusando y procesando a todos los criminales de guerra sionistas por genocidio, apartheid, tortura, colonialismo y otros actos inhumanos no mencionados en las acusaciones anunciadas.
La CPI ha demostrado ser una herramienta del imperialismo. Confiamos en el pueblo palestino para llevar a los criminales sionistas e imperialistas ante tribunales revolucionarios en una Palestina liberada, responsabilizándolos por sus crímenes. La resistencia palestina ha expuesto la impunidad del régimen sionista ante el mundo, resistiéndose al genocidio y a sus cómplices. Todos los responsables del genocidio en curso serán responsabilizados por nuestro pueblo y la resistencia árabe y regional, así como por fuerzas revolucionarias a nivel mundial. No confiamos en las instituciones del orden imperialista; la justicia y la destrucción del régimen sionista serán logradas por los pueblos en una victoria inevitable y próxima.