La continuidad de la política criminal de hambre planificada y la escalada de todas las formas de genocidio por parte de la ocupación sionista-nazi contra más de dos millones de palestinos en la Franja de Gaza —a la vista del mundo entero— constituyen un crimen contra la humanidad. Esto seguirá siendo una mancha para todos aquellos que apoyan a la ocupación y para quienes no actúan para detenerla.
La ocupación continúa su guerra de genocidio y hambre contra la Franja de Gaza con el respaldo estadounidense y la complicidad del silencio y la inacción internacionales. Washington y la ocupación intentan convertir una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Gaza en un tema centrado en los prisioneros «israelíes». El número de víctimas por inanición en la Franja de Gaza ha alcanzado los 180, incluyendo 93 niños. Las víctimas por ataques contra quienes buscan ayuda humanitaria ascienden a 1.487 mártires y más de 10.000 heridos. El 96% de las familias padecen inseguridad alimentaria severa. La Franja sufre una grave escasez de leche infantil y suministros médicos para tratar la desnutrición, mientras que 22.000 camiones de ayuda esperan en los cruces, ante el sufrimiento del pueblo gazatí. La ocupación impide deliberadamente la entrada de estos camiones como parte de una política sistemática de hambre.
El mundo ha sido testigo del trato humano que la resistencia ha dado a los prisioneros enemigos desde el 7 de octubre de 2023, confirmado incluso por testimonios de prisioneros liberados. La resistencia ha dejado claro en todo momento que estos prisioneros comen lo mismo que nuestro pueblo sitiado y hambreado, y beben lo mismo que ellos beben.
El trato de la resistencia hacia los prisioneros de la ocupación se rige por los valores y principios misericordiosos del Islam, así como por la disponibilidad de suministros humanitarios para nuestra población en Gaza. Ellos viven bajo las mismas condiciones que el pueblo gazatí, mientras que el gobierno fascista de ocupación practica las formas más brutales de tortura, venganza salvaje, humillación y muerte lenta contra nuestros prisioneros en sus cárceles.
Romper el asedio, abrir todos los cruces de inmediato y garantizar con urgencia el ingreso de alimentos, agua y medicinas a toda la Franja de Gaza son las únicas vías para acabar con la catástrofe humanitaria, NO someterse a la política de la ocupación —respaldada por EE.UU.— de distribuir ayuda bajo un esquema de hambre planificada y caos.
Exhortamos a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU a presionar a la ocupación para:
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Detener la tragedia humanitaria en Gaza, cumpliendo con el derecho internacional humanitario, que responsabiliza a la potencia ocupante de proveer los medios de vida —alimentos, medicinas, agua y todo lo necesario para una existencia digna—.
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Terminar con la política de hambre masiva, un crimen de guerra.
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Ejercer presión firme para detener la agresión y el asedio.
El Consejo de Seguridad debe emitir resoluciones claras y vinculantes para:
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Obligar a la ocupación a detener su genocidio, incluyendo masacres, violaciones, tácticas de inanición y destrucción de la vida civil en Gaza.
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Forzar su retirada de Gaza.
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Abrir los cruces para la ayuda humanitaria.
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Poner fin a sus crímenes contra los prisioneros en sus cárceles.