Jaldía Abubakra, miembro del comité ejecutivo del Movimiento Masar Badil, (Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina), llamó a «una intensificación inmediata de los esfuerzos de lucha, populares y políticos en los círculos de la diáspora palestina, con el objetivo de aislar al ente sionista y responsabilizarlo por sus crímenes continuos contra el pueblo palestino». Y afirmó que «el enemigo sigue practicando el asedio, el asesinato, el robo de tierras y la brutalidad contra los prisioneros y prisioneras en las cárceles de la ocupación».
Abubakra explicó en una declaración a la prensa que la etapa actual exige «unificar las iniciativas y movilizaciones populares en el exterior, e imponer un boicot económico, cultural y político integral al ente de la ocupación, además de ejercer presiones políticas sobre los gobiernos del mundo para detener todas las formas de apoyo y reconocimiento a la ocupación, y especialmente para borrar lo que se denomina “la solución de los dos Estados”».
Subrayó la necesidad de activar los canales legales internacionales para perseguir a los líderes de la ocupación y a los criminales de guerra ante los tribunales y organismos internacionales competentes, y llamó a la formación de comités populares y de derechos especializados para documentar los crímenes y respaldar los expedientes legales.
Asimismo, Abubakra afirmó el papel central de los sindicatos, las federaciones estudiantiles y las organizaciones de mujeres, de derechos y mediáticas en denunciar las redes de normalización y complicidad, y en asegurar el apoyo humanitario y de derechos para el pueblo palestino en el interior y en los campamentos.
Pidió apoyar el proyecto de reconstrucción de Gaza y reforzar la resistencia del pueblo palestino, y no confiar en lo que se denomina «las ayudas internacionales», considerando que «nuestra labor en la reconstrucción del sector sanitario, educativo y de infraestructuras en Gaza refuerza la construcción de la soberanía nacional, apoya la resistencia y no es menos importante que la confrontación directa contra el enemigo y sus instrumentos».
Y concluyó diciendo:
«No renunciaremos a nuestro derecho a la rendición de cuentas y a la justicia hasta que se logren la libertad y el retorno. La voz de la diáspora es una parte inseparable del frente de resistencia integral contra la ocupación y contra todos los que la apoyan».