Red “Juventud y Estudiantes – Tariq el-Tahrir” en una entrevista extensa:
La dependencia excesiva del activismo pacífico fracasó en detener el genocidio y no puede sustituir la lucha efectiva por la liberación de Palestina.
Seguimos de cerca los discursos del señor Houthi —o lo que llamamos “el informe semanal” dirigido a los pueblos del mundo.
Todas las acciones de resistencia en la diáspora están justificadas y deben continuar; debemos ser leales a quienes las sostienen.
Confiamos en Ansar Allah, Hamás, la Yihad Islámica y Hezbolá, y nos guiamos por los escritos del mártir y escritor Ghassan Kanafani.
En esta nueva edición de “Noticias de Asia y el Pacífico”, el equipo de Asia y el Pacífico de BAP (Black Alliance for Peace, Alianza Negra por la Paz) entrevistó a miembros de Tariq el-tahrir (Ruta de la Liberación), una red internacional que agrupa a jóvenes palestinos, árabes e internacionales, a estudiantes y organizaciones que contribuyen al movimiento de liberación palestino. En el encuentro debatimos las actividades organizativas de “Tariq el-tahrir”, sus posiciones políticas y los vínculos entre la liberación de Palestina y la liberación de los pueblos oprimidos.
Noticias de Asia y el Pacífico:
¿Qué es Tariq el-Tahrir? ¿Podéis contarnos qué motivó la creación de esta nueva red, así como sus orientaciones políticas y algunas de las acciones que realizáis?
Tariq el-Tahrir:
La red “Juventud y Estudiantes – Tariq el-tahir” se fundó durante la cuarta conferencia anual del Movimiento Masar Badil – Movimiento Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina en Madrid, que reunió a activistas de distintas partes del mundo, incluidos jóvenes y estudiantes palestinos y árabes en la diáspora, además de camaradas internacionalistas. Durante la conferencia mantuvimos varias discusiones sobre las necesidades, desafíos y experiencias específicas de cada contexto local, especialmente tras el aumento de la primera ola de represión contra el levantamiento estudiantil en primavera y verano de 2024. A partir de estas conversaciones entendimos que la revolución palestina atraviesa hoy un giro decisivo.
Nuestra motivación para fundar esta red surgió de la comprensión de que el proyecto de los Acuerdos de Oslo y sus sucesivas aplicaciones políticas provocaron la desarticulación de estructuras organizativas vitales del movimiento nacional palestino y marginalizaron al pueblo palestino en la diáspora.
En los años posteriores a Oslo, las estructuras revolucionarias que vinculaban la patria con nuestros hermanos y hermanas en el exilio fueron desmanteladas deliberadamente. Nuestro objetivo es reconstruir estas estructuras y vincular las luchas por el retorno, la resistencia y el exilio, reactivando así el papel de la diáspora palestina —que el enfoque de Oslo aisló— para que pueda recuperar su lugar legítimo en la lucha por la liberación nacional.
Nuestra orientación política está enraizada en la causa palestina desde la perspectiva del retorno y la liberación, en su dimensión árabe y en un horizonte internacionalista más amplio. Afirmamos la centralidad de Palestina, del río al mar, como cuestión árabe y causa de liberación para toda la humanidad. Creemos que el pueblo palestino, el pueblo árabe y el movimiento antiimperialista internacional deben avanzar juntos en solidaridad y con un objetivo común. Por ello, la red Tariq el-tahrir (Ruta de la Liberación) busca vincular la lucha de los palestinos dentro de la Palestina ocupada con la de los exiliados, convirtiendo la diáspora en una fuerza activa dentro del campo más amplio de la resistencia, y no en un simple espectador pasivo.
En este espíritu rechazamos la normalización, la fragmentación y la división impuestas por la ocupación y por la Autoridad Palestina colaboracionista que la sostiene. Estamos comprometidos con elaborar una ruta revolucionaria alternativa hacia la liberación: no como alternativa a la resistencia, sino como alternativa a Oslo y a su curso de rendición.
Noticias de Asia y el Pacífico:
Masar Badil afirmó que la operación Diluvio de Al-Aqsa “alteró los cálculos de las fuerzas de normalización”. En el corazón del imperialismo estadounidense y europeo occidental, ¿Cómo puede la lucha por una Palestina liberada y el fin del imperialismo estadounidense mantener y ampliar esa ruptura, especialmente ante un “acuerdo de alto el fuego” que la entidad sionista continúa violando?
Tariq el-Tahrir:
La revolución palestina no necesita compasión; necesita camaradas. Nuestra tarea es transformar la solidaridad simbólica en lucha organizada —reactivar el papel de la diáspora y de todos los militantes internacionalistas para reintegrarse en las filas de la revolución palestina. Como señalamos en nuestra introducción conjunta con BDS Providence y en la reivindicación de la Carta Nacional Palestina, debemos responder a las necesidades de esta etapa de escalada, no solo mediante el “apoyo discursivo a la resistencia”, sino desarrollando también una estrategia —por ensayo y error— para elevar el nivel de lucha dentro de los países imperialistas hacia formas más efectivas. Aunque la protesta pacífica y la vía legislativa pueden tener un papel de apoyo, la dependencia excesiva de estas formas ha fracasado en detener el genocidio sionista-imperialista y no puede sustituir las formas de lucha más activas necesarias para contribuir eficazmente a la liberación de Palestina.
Todas las acciones de resistencia en la diáspora durante los últimos dos años están justificadas y deben continuar si queremos cumplir nuestras responsabilidades como verdaderos compañeros de la resistencia palestina y regional, y comenzar a honrar nuestro compromiso de unirnos a ellos en un campo mundial de resistencia. En todas partes, es necesario capacitar a las masas para participar en su propio movimiento de liberación y derrotar a la maquinaria sionista fuera de Palestina y al imperialismo simultáneamente.
Debemos, además, seguir construyendo instituciones y organizaciones populares palestinas, árabes e internacionalistas capaces de reforzar nuestros puentes hacia la resistencia. Esto incluye resiliencia y defensa frente a las leyes racistas, antimigratorias y contrainsurgentes. Significa construir junto a fuerzas revolucionarias palestinas, árabes, iraníes e internacionales fuera del corazón del imperialismo, sean periodistas vinculados a las facciones, ex prisioneros o dirigentes de la resistencia. Sólo podemos elaborar una estrategia eficaz juntos, porque al final somos un solo movimiento.
Noticias de Asia y el Pacífico:
Aunque el movimiento por una Palestina libre ha crecido en los países imperialistas, también es evidente que sufre contradicciones internas. Demilitarize Brooklyn Navy Yard publicó una carta abierta analizando estas contradicciones: el exceso de enfoque en la movilización masiva en detrimento de campañas organizativas a largo plazo o de acciones para interrumpir las cadenas de suministro militar. A esta lista podemos añadir el apoyo público limitado a presos políticos como Elias Rodríguez y Casey Gonan. ¿Cuáles son las principales contradicciones de nuestro movimiento hoy y cómo podemos superarlas?
Tariq el-Tahrir:
La ola creciente de solidaridad con Palestina en los centros imperialistas y en todo el mundo, tras la operación Diluvio de Al-Aqsa del 7 de octubre, refleja una crisis global profunda de legitimidad del imperialismo. Pero desde nuestra posición dentro del movimiento revolucionario palestino, también revela contradicciones urgentes que debemos enfrentar.
La primera contradicción es la hegemonía de la actividad simbólica frente al enfrentamiento material. Las marchas y comunicados son herramientas útiles, pero no pueden por sí solas desmantelar la estructura imperialista. La solidaridad real debe apuntar al corazón del sistema: interrumpir la producción de armas, golpear al capital sionista y a los proyectos de normalización. Existe también una división entre organizaciones palestinas que se distancian de la resistencia en la región y otras que ven su papel como base popular de esa resistencia.
La segunda contradicción es el aislamiento de Palestina respecto del frente antiimperialista más amplio. Muchas organizaciones palestinas en el centro imperialista hablan de “derechos humanos”, pero rehúsan nombrar el imperialismo estadounidense, oponerse a la injerencia de la OTAN o confrontar los regímenes aliados que sostienen la ocupación. Por otra parte, algunas organizaciones antiimperialistas, migrantes o de izquierda utilizan la represión como excusa para boicotear a organizaciones palestinas, lo que fragmenta las fuerzas frente a un enemigo común.
La tercera contradicción se manifiesta en la desatención hacia los presos políticos y militantes revolucionarios como Elias Rodríguez y Casey Gonan. Abandonar a quienes sacrifican todo por la causa es abandonar la causa misma. La transformación del movimiento en un conjunto de ONG tampoco fue casual; fue producto del proceso de Oslo, diseñado para arrancar al movimiento sus dientes revolucionarios. Los “resistentes” se convirtieron en administradores, y la lucha por la liberación se transformó en una carrera profesional gestionada por las mismas fuerzas que sostienen el colonialismo.
Superamos estas contradicciones recentrando la revolución palestina como columna vertebral de un movimiento internacional renovado —reconstruyendo la diáspora como un frente revolucionario activo y vinculando las luchas desde el movimiento de liberación negra y los pueblos indígenas hasta América Latina y Filipinas, manteniendo la fidelidad a nuestros presos, mártires y combatientes. Luchar por Palestina no es un llamamiento moral: es nuestro deber revolucionario. Estar con Palestina significa combatir al imperio que sostiene su colonia.
Noticias de Asia y el Pacífico:
El imperialismo estadounidense en Asia Occidental se ha consolidado mediante el Comando Central (CENTCOM), que supervisa unas 58 bases e instalaciones militares en 10 países. Las bases de Tariq el-tahrir afirman que la lucha palestina contra el sionismo es, por naturaleza, una lucha antiimperialista. ¿Cuál es el papel del movimiento palestino en la lucha mundial contra el imperialismo estadounidense?
Tariq el-Tahrir:
El imperialismo estadounidense en Asia Occidental, sostenido por CENTCOM y su red de bases, representa el núcleo de la hegemonía imperial sobre la región. Estas bases protegen a los regímenes reaccionarios, imponen dependencia y resguardan el colonialismo sionista. Pero más allá de estas instalaciones existe la base militar estratégica más poderosa de Estados Unidos: la propia entidad sionista, que actúa como una fortaleza colonial armada creada para servir a los intereses del capital occidental y continuar imponiendo control imperialista, fragmentación regional y represión de la liberación árabe.
La lucha palestina —centrada en liberar toda Palestina del río al mar— es una lucha revolucionaria contra este mismo sistema imperialista. Enfrenta directamente el centro del poder militar estadounidense, del capitalismo global y del sionismo de asentamiento. Cada acto de resistencia —en Gaza, Yenín o los campamentos de refugiados— rompe el mito de la permanencia imperialista y revela la fragilidad del proyecto imperial. La firmeza del pueblo palestino demuestra que la liberación es posible e inevitable cuando se arraiga en la lucha popular y la organización revolucionaria.
El movimiento palestino de liberación ocupa un papel de vanguardia dentro de la lucha global antiimperialista. No es una causa aislada, sino una batalla que une a todos los pueblos que enfrentan dominio: desde América Latina hasta África, desde Filipinas hasta el mundo árabe. Estar con Palestina es estar contra el imperialismo estadounidense, contra las clases dominantes que lo sostienen y contra el sistema global de explotación que lo alimenta.
Noticias de Asia y el Pacífico:
Desde la operación Diluvio de Al-Aqsa hemos visto un enorme aumento en la conciencia popular sobre la historia y la realidad de la lucha nacional palestina. ¿Podéis recomendar recursos de educación política para fortalecer la claridad ideológica? ¿Y cómo pueden individuos y organizaciones apoyar, colaborar o unirse a vuestro trabajo?
Tariq el-Tahrir:
Uno de los logros del “diluvio” es que la dirección de la revolución palestina nunca ha sido tan visible para la diáspora. Son los movimientos de resistencia —la honorable y firme Hamás, junto con la Yihad Islámica en Palestina y otras fuerzas de resistencia nacional e islámica en la región como Ansar Allah y Hezbolá— quienes lideran el camino moral, político, militar e intelectual.
Muchos proyectos valiosos han surgido de voluntarios no remunerados en las redes sociales para traducir al inglés y al español los comunicados de prensa y materiales de estas organizaciones de resistencia, incluidos los aportes de nuestros compañeros de la red Samidoun: Solidaridad con los Prisioneros Palestinos, así como las campañas Dismantle Damon y Free Palestinian Students.
Masar Badil y Tariq el-Tahrir también se apoyan en la experiencia histórica completa del pueblo palestino y árabe, incluidas las corrientes nacionales y revolucionarias de izquierda cuyas doctrinas están disponibles para su estudio. En particular, el análisis de amigos y enemigos de la revolución palestina formulado en la estrategia política y organizativa del Frente Popular para la Liberación de Palestina en 1969, así como los escritos de Ghassan Kanafani, son nuestra guía constante. Además, recomendamos seguir las series de entrevistas realizadas con líderes de la resistencia involucrados directamente en la lucha de liberación. Y, por supuesto, junto a millones de personas, seguimos de cerca los discursos del señor Abdul-Malik Badr al-Din al-Houthi —o lo que llamamos “el informe semanal” dirigido a los pueblos libres del mundo.
Nos complace ponernos en contacto con organizaciones e individuos interesados. Enviadnos vuestros enlaces, noticias, convocatorias de acción, propuestas de actividades y más. Damos la bienvenida a quienes quieran trabajar con nosotros, a invitaciones para hablar, ideas de nuevas acciones, equipos o eventos. Utilizad el formulario de contacto en nuestra web o escribidnos a: info@tariqeltahrir.org
La entrevista fue publicada originalmente en ingles en Orinoco Tribune y traducida pro Masar Badil