José Manuel Fernández Gayoso
La Marcha del Retorno y la Liberación de Palestina celebrada este sábado 29 de octubre en Bruselas, en el marco de la semana de acción por el retorno y la liberación de Palestina, ha sido un gran éxito.
Con esta movilización se ha demostrado que el movimiento en defensa de los legítimos derechos de liberación, retorno y resistencia del pueblo palestino no solo cuenta con un gran apoyo y capacidad de acción sino que además manifiesta una gran determinación para seguir avanzando hasta la consecución de los objetivos marcados.
La determinación en la lucha, la capacidad de organización y movilización de la diáspora palestina junto a colectivos y organizaciones de solidaridad internacionalista así como su continua denuncia de la ocupación y el sistema de represión y apartheid sionista han preocupado al sionismo y todos sus agentes que por todos los medios han intentado ilegalizar y obstaculizar la realización de esta manifestación, como manifestó la propia embajadora israelí en Bélgica o el presidente del Consejo de Organizaciones Sionistas. Otro ejemplo de ello, ha sido la denegación de entrada a los Países Bajos de la Coordinadora internacional de Samidoun, Charlotte Kates, y de uno de los fundadores del Movimiento Palestino Revolucionario Alternativo (Masar Badil), Khaled Barakat, y su deportación del aeropuerto de Ámsterdam a Canadá por parte de la policía militar holandesa.
La manifestación, a la que acudieron miles de personas de muy diversos países, terminó frente al Parlamento Europeo para denunciar la responsabilidad histórica del colonialismo europeo por permitir establecerse a la entidad sionista en Palestina así como la actual política de complicidad con el movimiento sionista al que la Unión Europea considera como un ‘aliado clave y estratégico, así como un país que comparte nuestros valores’. Del mismo modo que las instituciones europeas, en el propio Estado Español también se juega un papel cómplice favoreciendo, como hemos visto muy recientemente en el Congreso de los Diputados, la admisión a trámite de la ley para combatir el antisemitismo, a iniciativa de los partidos de derechas de la Comunidad de Madrid, que pretende considerar el antisionismo como una forma moderna de antisemitismo y de este modo dejar sin apoyo público a aquellas organizaciones que defienden los derechos humanos del pueblo palestino.
Está movilización, enmarcada en una hoja de ruta clara y sistemática, persigue un objetivo clave del que debemos ser parte activa: la profundización y fortalecimiento de la dimensión internacional de la causa palestina bajo la defensa firme del derecho a la liberación de Palestina del río al mar, el derecho al retorno de la diáspora y el derecho a la resistencia ante la ocupación y el apartheid. Todo ello debe permitirnos llevar y mantener a Palestina en la agenda y programas de los movimientos de liberación y fuerzas de cambio revolucionario en la Región Murciana, en el Estado Español, en Europa y el mundo, así como llegar a los movimientos feministas, de estudiantes y movimientos sindicales que apoyen esta justa lucha.
La justa causa de Palestina no es solo la causa del pueblo palestino, sino que también es la causa de todos los pueblos libres del mundo.
¡Viva, viva, Palestina!