Durante la última semana, las organizaciones sionistas en Canadá han atacado la conferencia organizada por el Movimiento de la Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina en la capital canadiense (Ottawa) entre el 28 y el 30 de abril bajo el lema “Palestina: una visión de liberación y enfrentamiento al colonialismo”. Sitios web afiliados a movimientos sionistas expresaron posiciones indignadas contra los “partidarios del terrorismo en Canadá”, mientras que los principales diarios como el conservador “National Post” publicaron ayer titulares atacando a la “Red Samidoun para la Defensa de los Prisioneros Palestinos” y al movimiento  “Masar Badil” “Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina”.

Muchas fuerzas y organizaciones que apoyan a la potencia ocupante vertieron su ira contra el gobierno canadiense (encabezado por el Partido Liberal dirigido por Justin Trudeau), que según ellos, guarda silencio sobre la organización de una “marcha pro-extremismo” bajo el lema: Con la resistencia hasta el regreso y liberación

En su respuesta a la nueva campaña sionista, el escritor palestino Khaled Barakat, miembro del Comité Ejecutivo del movimiento Masar Badil, dijo: “Lo que está sucediendo en América del Norte, y especialmente en Canadá, refleja cambios reales a nivel de la opinión pública del continente, transformaciones que se han ido acumulando paulatinamente durante años.” Las embajadas de la entidad y las organizaciones del movimiento sionista cayeron en un estado de negación y conmoción.

Barakat dice: “Vemos un aumento en la participación árabe e internacional en movimientos propalestinos bajo el lema ‘Palestina libre del río al mar’ y ‘en apoyo a la resistencia y al boicot'”. Esta situación se profundiza con el creciente apoyo a la resistencia armada en Palestina, Líbano, Yemen y otros lugares. Estas posiciones populares se expresan en las plazas públicas, en diversas formas militantes, políticas, culturales y artísticas.

Barakat reveló que “la conferencia de la Ruta alternativa revolucionaria en el continente discutirá esta semana una campaña internacional y popular para eliminar las llamadas ‘listas terroristas’, subrayando al decir: ‘No es porque la resistencia palestina lo necesite o porque espera la legitimidad de cualquier gobierno u organismo, pero nuestro objetivo es dejar de criminalizar la lucha del pueblo palestino, rechazando las injustas leyes raciales aún adoptadas por los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y Europa.

Barakat señaló “el aumento en la participación en eventos como la conmemoración de la Nakba palestina, que se lleva a cabo desde 1948, el “Día Internacional de Al-Quds”, el “Día del Prisionero Palestino” y el “Día de la Tierra Palestina”. Además de las continuas campañas de boicot contra las instituciones de ocupación en universidades y sindicatos canadienses. También  mencionó “la lección que le dio un niño palestino al director de una escuela en Halifax, cuando se negó a quitarse su keffiyeh palestina y defendió su identidad nacional”.

El escritor palestino consideró estos acontecimientos “una expresión de un prometedor estado de conciencia representado por la juventud palestina y árabe en la diáspora”. Y concluyó; “Esta es una nueva generación que sigue lo que está sucediendo en Gaza, Cisjordania, Jerusalén y la Mezquita Al-Aqsa , e interactúa con las operaciones de la resistencia y su discurso político,  observa los crímenes sionistas diarios contra su pueblo. ¿Qué espera el movimiento sionista de él?”

Barakat explica el trasfondo de estos desarrollos diciendo: “Ha habido un cambio significativo en algunos cursos y currículos educativos en las escuelas y universidades canadienses y estadounidenses durante las últimas dos décadas, incluidos los relacionados con el estudio de la historia del colonialismo, la esclavitud, el movimiento por los derechos civiles y los derechos de los pueblos indígenas, todo lo cual contribuye a construir una conciencia crítica sobre el fenómeno del colonialismo y el sistema capitalista”. Aunque todavía está por debajo del nivel que queremos, pero todo esto genera temores de el movimiento sionista y sus partidarios y contribuye a fortalecer la solidaridad consciente con las causas de los pueblos desde la perspectiva del deber y la responsabilidad, todo esto explica algunas de las razones detrás del éxito del movimiento de boicot a la ocupación en universidades y sindicatos en particular.

Barakat dice: “Hay una larga historia de lucha árabe en América del Norte que se remonta a 1967 en particular”, señalando un papel renovado para los activistas árabes, musulmanes e inmigrantes y sus aliados en sindicatos, universidades e iglesias, incluidos la participación de las fuerzas y personalidades judías contra la ocupación y el sionismo, y en apoyo al derecho de nuestro pueblo a resistir para liberar Palestina”

Barakat se refirió al papel de fuerzas como “Sindicalistas contra el apartheid”, “Sindicalistas por Palestina” y la “Coalición BDS-Canadá”, que adopta un alto discurso político que supera la posición del Comité Nacional de Boicot en Ramallah y algunos facciones palestinas, que rechazan la llamada “solución de dos estados”. “Llama a un boicot integral de los productos sionistas, ya sean los que se fabrican en los asentamientos dentro de Cisjordania o en los asentamientos y fábricas de la entidad dentro de la Palestina ocupada en 1948. También apoya el derecho de nuestro pueblo a emprender la lucha armada para liberar su patria”.

Barakat subrayó que “la creciente concienciación de las nuevas generaciones empuja, sin duda, a construir alianzas estratégicas que reproduzcan el mapa político del continente”.
Dijo que “se debe reforzar la relación entre la resistencia con los movimientos de liberación y las fuerzas militantes radicales, especialmente los movimientos populares contra el racismo y la opresión, que rechazan los valores del sistema colonial de colonos y buscan una sociedad nueva y alternativa.”

Barakat consideró que “el ataque sionista a la Red Samidoon para la Defensa de los Prisioneros Palestinos no es nuevo, ni es solo una coincidencia. Esta red (fundada en Canadá hace 11 años) y después de una década se ha convertido en un movimiento de peso, que representa un situación revolucionaria, y tras la participación de un gran número de jóvenes palestinos de los campos de refugiados de Siria, Líbano y Jordania.” Se convirtió en un movimiento influyente en países como Francia, España, Bélgica, Alemania y otros.

Barakat atribuyó “las causas de la preocupación sionista en Estados Unidos y Canadá a los crímenes sionistas y estadounidenses contra nuestro pueblo y la escalada de las operaciones de resistencia armada”, recordando que “el pueblo palestino en la diáspora ha estado sujeto durante las últimas tres décadas a una masacre política silenciosa, sus instituciones nacionales fueron destruidas y su voz fue confiscada durante 30 años después de la conferencia de liquidación de Madrid en 1991 y de la firma de los traicioneros Acuerdos de Oslo en septiembre de 1993”.

 

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