En apoyo a las víctimas de la política genocida europea, por la justicia de aquellas que han sido asesinadas, en solidaridad con sus familias y en apoyo a los levantamientos que están teniendo lugar internacionalmente en repulsa por lo ocurrido:

El pasado miércoles 14 de junio de 2023, a unos 80 kilómetros de las costas griegas, la Guardia Costera griega junto a la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (FRONTEX) asesinaron a 78 personas de diferentes procedencias que se encontraban a bordo de un barco en el que iban unas 750 personas migrantes de diferentes procedencias (mayoritariamente sirias, egipcias, pakistaníes, afganas y sudanesas). Hasta el momento 104 personas han sobrevivido, mientras que se calcula que más de 500 cadáveres sin vida se encuentran en este momento a 5.000 de profundidad en la fosa de Calipso, la más profunda del mar Jónico. Antes de que el barco se hundiera había seis personas migrantes muertas a bordo debido a la dura travesía que llevaban recorriendo sin comida ni agua desde Tobruk, ciudad oriental de Libia.

 

La información transmitida por los migrantes y sus familiares indica que la embarcación pretendía llegar a Italia, pero se perdió y entró en aguas territoriales griegas tras más de cinco días a la deriva sin alimentos. Las personas migrantes abordo habían pedido auxilio por varias vías y en numerosas ocasiones durante todo el martes. Sin embargo, la Guardia Costera griega esquivó cualquier responsabilidad desde el principio. Esta lanzó una cuerda al barco solo tres horas antes de su hundimiento para determinar el estado de la embarcación y de los ocupantes, pero luego la patrullera se alejó y observó de cerca. Se está investigando si la tentativa griega de remolcar el barco obedece al intento de dirigirlo hacia aguas italianas como forma ilegal de devolución en alta mar.  Pero, lo que está claro es que la Guardia Costera no actuó a tiempo para evitar el desastre de manera premeditada. Por otro lado, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (FRONTEX), así como los servicios de rescate de Italia, Malta y Grecia fueron alertados desde el martes a las 14.00 de tal situación de emergencia. Incluso tomaron fotografías al barco que ponían de manifiesto la situación de peligro inminente. Ya de madrugada, una embarcación de los mismos guardacostas fotografió poco antes del naufragio el pesquero iluminado por su foco, pero sólo lanzaron la operación de rescate una vez que este se hundió.

 

Las costas europeas son una inmensa, profunda y abandonada fosa común. Esta matanza tiene paralelismos con lo sucedido en febrero de 2023 frente a las costas italianas, donde fueron asesinadas 94 personas abordo de la embarcación “Summer Love” en la que había 200 personas y para las que tampoco lanzaron una operación de rescate, a pesar de que tanto Italia como Frontex tenían suficiente información sobre las malas condiciones de la embarcación. Obviamente, no son casos aislados pues 3.800 personas han sido asesinadas en las rutas migratorias provenientes de Oriente Próximo y el Norte de África durante el año 2022, más del 70% en el mar. En total desde 2014 más de 20.000 personas han sido asesinadas en el mar mediterráneo. El asesinato a través de la política sistemática del “dejar morir” no es el único instrumento utilizado por los Estados miembros de la Unión Europea, ya que también ponen en marcha torturas, encarcelamientos, arrestos y devoluciones a países como Turquía en el caso griego y Marruecos o países del Sur de África en el caso español. En este caso, Grecia no ha reparado en hacer público el proyecto político de reducir en un 90% la entrada de personas migrantes en Grecia con el fin de convertir Grecia en la primera barrera de contención ante la llegada de migrantes a la UE y, para ello, no sólo ha puesto en práctica las devoluciones ilegales por las que han forzado a las personas a salir del país sin atención médica y sin posibilidad de pedir asilo, sino que han contratado mercenarios para que les hagan el trabajo sucio, han cerrado los centros de acogidas y han puesto en marcha leyes que dificultan la concesión de la ciudadanía griega a aquellos solicitantes de asilo que no superaran un mínimo umbral de renta.

 

De modo que a estas más de 500 personas asesinadas hace dos días (a las que se suman las más de 20.000 desde 2014) no son meras víctimas de “despiadados traficantes” como ha dicho Ioannis Sarmas, Primer Ministro Interino de Grecia y al que se han sumado los principales dirigentes de la Unión Europea; sino que son, principalmente, víctimas de las políticas migratorias del ejecutivo griego; de la política de militarización de las fronteras europeas aceptadas y ejecutadas por sus Estados miembros; y, además, la principal herramienta política que la Unión Europea utiliza para disuadir a las personas migrantes a desplazarse hasta sus Estados. Igualmente, no podemos eludir los motivos que provocan las migraciones, pues si los gobiernos de los países del Norte Global no llevaran siglos aplicando políticas económicas de despojo y precarización contra los pueblos del Sur Global no nos encontraríamos en esta situación. De manera que no podemos desvincular los movimientos migratorios de las políticas neoliberales, neocoloniales e imperialistas que los provocan. A su vez, los Estados europeos que ejecutan dichas políticas necesitan poner en marcha herramientas que contengan sus consecuencias a riesgo de que estas hagan implosionar el corazón europeo.

 

La Nakba se extiende planetariamente: el aparato colonial israelí como soporte esencial de la masacre europea en el Mediterráneo

 

Como muchos se imaginaran, la militarización de las fronteras de la Unión Europea no podría llevarse a cabo si no fuera por el recurso a las tecnologías militares y de seguridad que la potencia sionista desarrolla permanentemente para mantener su sistema de colonialismo, apartheid y ocupación en Palestina. Las empresas de armas israelíes son esenciales para la UE, que invierte miles de millones en militarizar aún más su agencia fronteriza Frontex, principal responsable del asesinato de migrantes en las rutas migratorias. De modo que la industria armamentística israelí es parte de un proceso global de militarización, al tiempo que esta se sostiene vertebralmente en el desarrollo tecnológico sionista.

 

Vayamos por partes desbrozando estas afirmaciones y empecemos por abordar brevemente qué es Frontex, el sistema de gestión y control fronterizo de la UE. Frontex es la personificación de las políticas migratorias y fronterizas represivas de la UE. La agencia desempeña un papel destacado en las labores de seguridad y control de las fronteras de la UE, las deportaciones, la cooperación con terceros países y los contactos con la industria militar y de seguridad. En los últimos años han aumentado rápidamente sus competencias, presupuestos y número de empleados. Ahora puede asesorar de forma vinculante a los Estados miembros de la UE para reforzar sus esfuerzos de seguridad fronteriza e incluso puede intervenir en sus asuntos de seguridad fronteriza. Aunque parte del nuevo mandato de Frontex es la creación de su propio cuerpo permanente de guardia de fronteras y su propio parque de material, depende no obstante de que los Estados miembros de la UE pongan a su disposición personal y material para llevar a cabo sus operaciones. Los Estados miembros también suelen solicitar la ayuda de Frontex en forma de operaciones o de otro tipo. Por tanto, este no sólo constituye el actor clave en la militarización de las fronteras exteriores de la UE, sino una parte vital de la política europea, especialmente desde la que llamaron “crisis de los refugiados” de 2015. Ahí tomó fuerza el despliegue de personal paramilitar y equipos de “seguridad” fronteriza impulsado por grupos de presión industrial. Su expansión se dio a través de la formación de un cuerpo permanente, presupuesto propio para comprar equipos, la posibilidad de realizar operaciones en países no pertenecientes a la UE y poderes de gran alcance para obligar a los Estados miembros de la UE a reforzar la seguridad fronteriza. Actualmente, Frontex tiene un presupuesto de unos 6,5 mil  millones de euros para la compra y alquiler de equipos hasta 2027, con planes para contratar 10.000 guardias fronterizos armados.

 

No obstante, no se puede entender la política militar de Frontex sin ver que son las empresas contratadas para su servicio las que le asesoran y configuran la política de migración y frontera que debe llevar la UE para alcanzar sus objetivos, pues se posicionan como expertos en la materia. Es por ello que no encontramos ninguna diferencia entre la narrativa de los Ministerios de Asuntos Exteriores de los Estados de la UE, la propia UE y las industrias armamentísticas, que enmarcan todo en un “problema de seguridad interna”. Aquí es donde las industrias de la entidad israelí encuentran su papel, pues en los últimos años Frontex ha pagado decenas de millones de euros a las empresas armamentísticas Airbus, Elbit, Israel Aerospace Industries y Leonardo por prestar servicios de vigilancia con drones en el Mediterráneo. Sí, los mismos drones que se encargan de detectar barcos con 750 personas migrantes a la deriva durante días para dejarlos morir en el mar o a manos de torturadores de terceros países.

 

Las operaciones marítimas de Frontex para detener la migración en el Mediterráneo y hacia las Islas Canarias se suman a las misiones militares separadas de la UE (Operación Sophia y su sucesora, Operación Irini) y a la “externalización de fronteras”,  método por el que los países miembros de la Unión Europea hacen presión sobre terceros países para que actúen como guardias fronterizos avanzados de la UE, deteniendo a los refugiados antes de que puedan llegar a las fronteras de la UE, como es el caso de España con Marruecos. Por tanto, para Frontex es vital identificar migrantes y organizar operaciones para regresarles a sus países de origen para lo cual trabaja con países terceros como Libia, Sudán, Turquía y Bielorrusia y utiliza sistemas autónomos de vigilancia aérea para ubicar migrantes naufragados en el Mar Mediterráneo, alertar posteriormente a la guardia costera de estos países para que intervengan y así poder facilitar las devoluciones. El caso de la frontera de Grecia con Turquía es uno de los ejemplos más significativos, en la que Frontex junto al personal guardacostas griego interviene para devolverlos a Turquía.

 

Todo esto no es posible sin los sistemas y armas israelíes, que desempeñan un papel fundamental en estos procesos descritos. Actualmente hay una partida de 100 millones de euros, de los cuales en 2020 la UE invirtió 59 millones en contratos de compra a fabricantes de armas israelíes como Elbit, Verint System e Industrias Aeroespaciales Israelíes (IAI). Especialmente, la compra de drones militares de guerra para Frontex y EMSA (Agencia Europea de Seguridad Marítima) que servirían, precisamente, para la vigilancia en el mar de migrantes y solicitantes de asilo y poder detenerlos de forma “autónoma” antes de que puedan llegar a tierra. Este fue el caso de la compra que Frontex hizo del dron israelí Heron para patrullajes marítimos que operan hoy en el Mar Mediterráneo. Los drones Heron fueron aquellos que en la “Operación Plomo Fundido” en Gaza a finales de 2008 y en la “Batalla de la Espada” de 2021 asesinaron a cientos de palestinos.

 

Este tipo de drones y dispositivos israelíes que Frontex y la EMSA utiliza para “vigilar” el Mediterráneo provoca la muerte de aquellos que buscan cruzarlo en busca de asilo. Evidentemente, estos drones no están diseñados para salvar vidas, pues no integran ningún mecanismo de salvamento y están exentos de cumplir con la convención de la ley del mar que obliga a los barcos a asistir a toda embarcación en peligro. De hecho, el cambio de barcos por drones es un subterfugio para evadir los compromisos legales y dejar el rescate en manos de las guardias costeras que, como en el caso libio, turco, griego o español son sometidas a graves vulneraciones de los derechos humanos en los centros de detención de estos países. Para comprobar todo esto, se puede acceder a los “Expedientes Frontex” en el que aparece la lista de reuniones entre Frontex y varios grupos de presión, entre ellos empresas armamentísticas israelíes como la mencionada Elbit, así como Shilat Optronics y Seraphim Optronics, que se especializan en tecnologías de reconocimiento facial, seguimiento y monitoreo.

 

El rol de los pueblos colonizados, despojados, desplazados y precarizados

 

Desde La Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina Masar Badil, como integrantes del movimiento de liberación nacional palestino y anticolonial, somos parte de la lucha antiimperialista global. Por tanto, entendemos que son ejes fundamentales de esta lucha el desmantelamiento de este sistema de despojo que es la Unión Europea, junto a la desmilitarización de sus fronteras y erradicación de agencias como Frontex junto a todo el complejo militar industrial global que la sustenta, y del que el aparato colonial israelí es una parte indispensable para permitir su funcionamiento y reproducción.

 

El asesinato de más 500 personas migrantes en Grecia no es un hecho aislado ni está separado del sufrimiento de nuestro pueblo palestino. Como hemos visto a lo largo de este artículo, los agentes que intervienen en el borramiento y genocidio palestino son los mismos que posibilitan el asesinato de personas migrantes a las puertas de la Unión Europea. Las relaciones neocoloniales de la Unión Europea con los países del Sur Global, así como las dinámicas de exterminio y dominación contra los pueblos que la propia UE expulsa de sus países para luego impedirles entrar en su fortaleza se alimenta de la larga experiencia colonial israelí en Palestina, de sus desarrollos y logros. Conociendo sus nexos, estamos convencidos de que no conseguiremos erradicar este cáncer que se expande internacionalmente si no es mediante la unión y coordinación de todas las fuerzas populares antiimperialistas junto a las masas desplazadas y despojadas que sufren en diferentes formas la dominación capitalista, racista e imperialista, ya sea que la ejerza directamente las instituciones de la potencia sionista israelí, los Estados europeos, sus agencias paramilitares o los Estados terceros que subcontrata.

 

El nexo entre la Unión Europea, sus Estados miembros, sus agencias de exterminio fronterizo como Frontex, o sus organizaciones terroristas como la OTAN y el entramado político, económico y militar del aparato colonial israelí nos revela quiénes son los verdaderos terroristas que causan miles de muertes al año en el continente. Esta realidad nos debe hacer capaces de examinar las estructuras y los procesos globales que están operando actualmente para ser capaces de revertir la narrativa que busca criminalizar a los movimientos políticos que buscan desmantelar e interrumpir esta catástrofe. Para ello, es indispensable diseñar una estrategia política y de lucha que trascienda la mera solidaridad y sea capaz, aglutinando las fuerzas populares diversas que habitan los pueblos del continente europeo, de promover un orden social, económico y político distinto a nivel mundial que garantice la descolonización, la justicia social, la libertad de circulación, de residencia y de sustento para todos. Para ello, debemos entender que lo que ocurrió el pasado miércoles 14 en aguas helenas nos incumbe allá donde estemos.

Desde la Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina Masar Badil nos sumamos, apoyamos e invitamos a sumarse a las movilizaciones, protestas, acciones y manifestaciones que tengan lugar en los próximos días a nivel internacional y a todos las organizaciones, partidos, movimientos y compañeras antiimperialistas a unirse para hacer frente a este sistema europeo y sionista colonial.

 

También puedes entrar en la Web de la Campaña Internacional: Abolish Frontex

O en https://caminandofronteras.org/ para mantenerte informado y actualizado en el contexto del Estado Español.

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