El “Movimiento de la Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina” confirmó que el proyecto sionista, que nació en Occidente liderado por “Theodore Herzl” hace 126 años, era y sigue siendo una herramienta colonial en manos de las potencias imperiales, heredado y empleado, en cada etapa al servicio de las potencias dominantes en la región y el mundo”.
El escritor palestino Khaled Barakat, miembro de la Junta Ejecutiva del movimiento “Ruta Revolucionaria Alternativa”, dijo: “Desde su lanzamiento como movimiento político de asentamiento en Basilea en 1897, el sionismo ha desempeñado el papel de servidor y agente de los intereses del Occidente colonial en Palestina y la región, siendo una herramienta en manos de Gran Bretaña y Francia, y ahora desempeña el papel de un guardián de los intereses estadounidenses, desde que Estados Unidos heredó el petróleo y dominó la región, después de la disminución de la posición de Gran Bretaña y Francia tras su derrota en la Batalla de Suez en 1956”.
Barakat señaló: “Las casas y aldeas árabes que están siendo demolidas en la Palestina ocupada, la confiscación de tierras, el desplazamiento del pueblo palestino, la construcción de asentamientos, el fortalecimiento de la posición de la entidad sionista y otros crímenes, son todas políticas constantes que se llevan a cabo bajo los auspicios del imperialismo, las organizaciones y movimientos asociados con él, especialmente los lobbies sionistas, el Fondo Nacional Judío y sus herramientas e instrumentos en el mundo”.
Barakat cree que “el movimiento sionista ha encarnado su posición en el sistema colonial occidental a través de su entidad racista y colonizadora, “Israel”, que hoy se ha vuelto vieja y caduca, ya no es capaz de sostenerse y continuar, va camino de su inevitable muerte y su proyecto será enterrado en la Palestina ocupada y en Europa donde nació”.
Barakat confirmó en una entrevista de prensa: “El movimiento sionista ya no puede justificar su existencia ni siquiera ante los propios judíos, y vemos cómo la gran mayoría de los jóvenes judíos en Europa, América del Norte y el mundo, no se identifican como sionistas o israelíes, incluso algunos de ellos se sienten avergonzados del papel de sus antepasados en la construcción de una entidad colonial racista y criminal. Además muchos de ellos participan en los movimientos de solidaridad y boicot, y piden apoyo a la resistencia del pueblo palestino contra la ocupación”.
Barakat destacó: “Las entidades criminales de naturaleza colonial que abrazan el proyecto sionista en Palestina lo hacen porque Israel representa su propio proyecto que plantó en el corazón del mundo árabe e islámico. Especialmente países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Canadá, Francia, Alemania y otros. Estos países son, de hecho, “el gran Israel.” En cierto sentido, se establecieron y se levantaron sobre las espaldas de los pueblos de África (la trata de esclavos y su explotación durante siglos) y sobre las ruinas de los pueblos indígenas, el robo y saqueo de los bienes y riquezas de los pueblos y naciones de Asia, África y América del Sur.
Barakat reafirmó la posición del movimiento de la Ruta Revolucionaria diciendo: “El pueblo palestino y el campo de resistencia en la región tienen derecho a atacar al movimiento sionista, sus intereses y sus organizaciones en todas partes, dentro y fuera de la Palestina ocupada para acelerar su derrota. La época en la que Israel era visto como una víctima derrotada ha terminado, ya que esta falacia ya no engaña a los pueblos. El exceso de poder y las capacidades que posee la entidad sionista evidencia el peligro inminente que la entidad representa para la región y los pueblos del mundo entero”.
El escritor palestino señaló: “El equilibrio de poder en el mundo y en la región está cambiando a favor de la lucha de nuestro pueblo y del campo de resistencia y no a favor de las fuerzas del colonialismo”, subrayando que “la Autoridad Palestina en Ramallah está muriendo y es sólo una pequeña herramienta perteneciente al sionismo, desempeñando el papel de guardián de las colonias de la entidad sionista por unos pocos dólares, por lo que debe caer 30 años después de la firma de los traicioneros Acuerdos de Oslo”, según él.
Barakat recordó “la importancia del papel estratégico que los grupos palestinos, árabes e islámicos pueden desempeñar en América del Norte, Europa y América del Sur en términos de apoyo a la resistencia, enfrentamiento al movimiento sionista y combate a las fuerzas fascistas y racistas dentro de los países del centro colonial.”