La Batalla de Octubre: Detengamos el genocidio estadounidense/israelí en Gaza – ¡Apoyemos la resistencia del pueblo palestino!

Por Khaled Barakat

Desde el 7 de octubre, la alianza representada por Estados Unidos, Israel, Gran Bretaña y los países europeos, junto con sus regímenes reaccionarios árabes subordinados, ha quedado al descubierto por la iniciativa y los logros de la resistencia palestina – y este campo está respondiendo ahora con un asalto genocida contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza.

La resistencia está unificando a las masas palestinas en la patria y en la diáspora; unificando a las masas árabes desde el Golfo hasta el océano, a las fuerzas internacionales de liberación y dignidad, y a los pueblos libres del mundo que han declarado su pleno apoyo a la resistencia del pueblo palestino y a su lucha por la liberación. El campo imperialista-sionista-reaccionario está unido en la comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad contra el pueblo palestino en Gaza, y comparten una responsabilidad conjunta por cada crimen llevado a cabo por el ejército de ocupación israelí.

Los pueblos del mundo han visto cómo la narrativa del imperialismo y del sionismo se derrumba y queda al descubierto. Las máscaras de los “derechos humanos” y la “democracia” han sido arrancadas de los rostros de estas fuerzas. Lo que está ocurriendo hoy en Palestina es un genocidio y una limpieza étnica a manos de las fuerzas de ocupación israelíes, que atacan universidades, hospitales, escuelas y arrasan zonas residenciales y barrios enteros. Nada ni nadie en Gaza ha quedado intacto por este brutal y criminal asalto.

El enemigo sionista está llevando a cabo esta guerra de “venganza” sin estrategia ni objetivos claros, lo que la hace aún más peligrosa y brutal. Pretenden encubrir el caos total del régimen y el ejército israelíes con una retórica y reivindicaciones genocidas, haciendo de este régimen un peligro mayor no sólo para el pueblo palestino sino para toda la región y el mundo.

Estados Unidos y Europa se apresuraron a apoyar su proyecto colonial en la región sin condiciones ni restricciones. Este es el comportamiento esperado, y ha sido repetidamente el caso durante más de 100 años. “Israel” es un proyecto colonial de colonos que fue establecido por estas fuerzas y el nivel de represión que ha aumentado dentro de estas potencias imperialistas -como Alemania, Francia, Canadá, Estados Unidos, Australia y otros países- tampoco es una sorpresa; dirigiéndose contra activistas y comunidades palestinas, y prohibiendo marchas y manifestaciones por Palestina, especialmente en Alemania.

El auge de la resistencia en Palestina y el aumento de la movilización palestina en la diáspora reflejan el auge de un movimiento revolucionario internacional que está naciendo, desde Gaza hasta Saná, pasando por Berlín.

En los últimos días, el pueblo palestino se ha unido tras su resistencia armada. Es crucial para nuestra lucha ser claros y mantenernos firmes en nuestros principios en todo momento, pero especialmente ahora, que es cuando el pueblo palestino se enfrenta a un genocidio total. No hay cabida para la ambigüedad y las declaraciones vagas, vacías de contenido. Lo que el pueblo palestino espera de sus aliados y de los movimientos de solidaridad de todo el mundo es un apoyo incondicional y total a las acciones de resistencia palestinas y que se ponga fin a la ilusión de la llamada “solución de los dos Estados”. La batalla de octubre no es sólo una batalla palestina contra los crímenes y el genocidio de Israel, es el nacimiento de una revolución palestina, árabe e internacional, a nivel militar, político, social, económico y a todos los niveles. Esto es porque esta revolución está naciendo en los océanos de dolor y sangre de nuestros pueblos, a través de la voluntad y la determinación del pueblo palestino de lanzar su revolución.

Esta revolución no viene de una posición de comodidad. Viene de la zona más empobrecida de nuestro pueblo, bajo asedio, en primera línea del campo antiimperialista que se enfrenta a Israel. Esto es lo que hace de la revolución palestina una revolución internacional. El envío por Estados Unidos de sus fuerzas militares y portaaviones a la región sólo demuestra que el pueblo palestino está en la vanguardia de la confrontación con el imperialismo, el sionismo y el fascismo.

Es el momento de que los movimientos antiimperialistas de todo el mundo se unan en su lucha y en las tareas de la revolución a nivel local en sus países. Esto no está separado del ascenso de África y del cambiante equilibrio internacional de poder. No se trata sólo de la batalla del pueblo palestino. Como la Revolución de Octubre en Rusia abrió los horizontes de la derrota del capitalismo y la confrontación con el imperialismo en 1917, como octubre de 1956 marcó la derrota por el pueblo egipco del imperialismo y el sionismo, un momento liberador para toda la patria árabe, como octubre de 1973 marcó la recuperación árabe de las tierras robadas a la ocupación colonial, la gloriosa batalla de Octubre de hoy es una batalla internacional, y éste es el momento para un frente revolucionario internacional.

La batalla de octubre ha sido también una batalla de todo el campo de resistencia de la región, encabezado por la resistencia palestina en Gaza. Esta relación sagrada e inquebrantable se ha forjado gracias al sacrificio y la lucha conjuntos de las masas libanesas, yemeníes, sirias, iraquíes, jordanas y de todos los países árabes. A medida que los palestinos se levantan, Palestina ha demostrado una vez más ser la causa y la brújula de las masas árabes, y a medida que Palestina se levanta, las guerras sectarias y las divisiones y los proyectos reaccionarios promulgados por el imperialismo en nuestra región serán derrotados y se desvanecerán. El destino del pueblo palestino es estar en primera línea. La historia y la geografía lo han elegido para nosotros durante muchos, muchos siglos, defendiendo Egipto, Siria, Líbano, y seguiremos siendo el escudo y la espada de la nación árabe hasta que practique su plena autodeterminación y liberación desde el océano hasta el Golfo.

Mientras el campo del enemigo está dirigido por Estados Unidos, junto con “Israel”, las potencias imperialistas europeas, y con la complicidad y sumisión de los regímenes reaccionarios árabes; otro campo en la región se está levantando, dirigido por los pueblos de Irán, Irak, Yemen, Siria, Bahrein, Líbano y las masas del Norte de África. Este campo se extiende hasta Caracas, hasta Haití que resiste a la nueva invasión imperial, a través del continente de África, América Latina y el Caribe. Éste es el campo de los pueblos que buscan desarrollar y proteger sus propios recursos, riquezas, destino, cultura, libertad y futuro: el futuro de la humanidad. Y este campo está dirigido por la clase obrera del mundo.

Los medios de comunicación occidentales están siendo desenmascarados a cada momento, promulgando propaganda fascista, mentiras y tergiversaciones malintencionadas sobre la resistencia palestina, su causa y su batalla. Al mismo tiempo, más personas que nunca son ahora conscientes del papel de estas fuerzas mediáticas estatales y corporativas en el belicismo, el fomento del racismo y el odio, y la fabricación de consentimiento para el genocidio.

La Batalla de Octubre tiene metas y objetivos, que fueron planteados claramente por la resistencia palestina:

  • La libertad de nuestros presos políticos. El pueblo palestino ha ordenado a sus fuerzas armadas de resistencia que emprendan las acciones necesarias para garantizar la liberación de los presos palestinos, y al tiempo que nuestro pueblo palestino emitía esta resuelta decisión, comprendía que esto iba a conllevar una gran cantidad de sacrificio y dolor, debido a la naturaleza del enemigo.
  • El pueblo palestino ha exigido el fin permanente del asedio a Gaza. Han lanzado un levantamiento popular de 18 meses de duración, conocido como la Gran Marcha del Retorno, y la Ruptura del Asedio, para lograr este objetivo, durante los cuales miles de palestinos fueron asesinados, heridos y paralizados por las fuerzas de ocupación mientras marchaban para defender su derecho a regresar a sus hogares y a romper el asedio. Más del 70% de la población palestina de Gaza son refugiados desde al-Nakba, a los que se lesniega su derecho a regresar a casa.
  • El pueblo palestino no aceptará más las constantes amenazas contra sus lugares santos cristianos y musulmanes, en particular la “Sionización” de Jerusalén, nuestra eterna capital de Palestina.
  • El fin de la llamada “solución de dos Estados”, de forma permanente. Ninguna voz progresista debería hacerse eco del reaccionario rey Abdullah II de Jordania, del general fascista Sisi de Egipto y de su compinche Mahmoud Abbas. Ninguna voz progresista debería pedir el colonialismo permanente como solución. El camino del retorno y la liberación contra el imperialismo y el sionismo sólo vendrá a través de un pueblo unificado, con sus fuerzas armadas revolucionarias, en su tierra unificada, del río al mar, y en un marco internacional de solidaridad mutua revolucionaria.

Un mundo alternativo es posible. El socialismo es posible. La justicia, la verdadera paz y libertad son posibles. Son posibles con la derrota del imperialismo y del sionismo. Y éstos son los mensajes y las lecciones de la Batalla de Octubre en Palestina: que la resistencia es posible y que los pueblos del mundo no necesitan ni aceptarán más el yugo opresivo del imperialismo sobre sus espaldas. Este es el momento de estar con los pescadores de Gaza, los trabajadores, los estudiantes y los profesores, de estar con los 5.350 presos políticos palestinos sometidos a todas las formas de tortura y opresión, cuya libertad está ahora al alcance de la mano. Es el momento de apoyar a las fuerzas armadas palestinas y a la resistencia libanesa. Es el momento de defender Jerusalén, la mezquita de Al Aqsa y la iglesia del Santo Sepulcro, pues no son sólo lugares sagrados y santos, sino también manifestaciones de nuestra historia, cultura y existencia.  Participa en esta batalla histórica alzando tu voz, ahora. Ha llegado el momento de tomar posición, de ser claros, de defender la justicia. No esperes a que acabe la batalla.

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